Por:
Encerrado en ella, flotando en el espacio,
distraído y aislado de todos aquellos y de todo aquello que requiere de tu
atención, con tu mente, tiempo y energías puestas solo en ese algo que te
absorbe y engloba en la burbuja en la cual te has refugiado o en la que
inconscientemente has decidido aislarte intentando huir de tu realidad, ¿tal
vez de alguna que otra carencia material o afectiva que solo sueñas mágicamente
resolver?
Quizás hasta hoy no has estado consciente
de hallarte preso en ella y distraído al aterrizar una vez más frente a ti, ves
la cruda realidad que fallidamente intentas evitar encarar, regresando luego al
solaz del que pareces disfrutar inmerso en tu burbuja, ¿cuál será esta para
ti?, ¿el uso compulsivo de las redes sociales?, ¿algunos pasatiempos que han llegado a hacerse la actividad de tu ocupación permanente?, ¿o alguna otra más?
¿Al tan solo soñar y soñar han sido suplidas tus necesidades materiales o
afectivas por la sola ilusión de las soluciones mágicas esperadas?
Si es este tu caso, si hasta hoy has
estado viviendo englobado, ¡aterriza ya!, ¡pincha tu burbuja!, y empieza a enfrentar tu realidad enfocándote
en el logro de los objetivos de los que tus distracciones te han estado
separando.
¿Eres un soñador?, ¿está mal serlo?, Desde
luego que no, pero absolutamente sí, ¿cómo es ello? No si decides ponerle alas a tus sueños orientando tus
esfuerzos en la dirección de las realizaciones, sí en la medida en que tales
sueños sean confinados al mundo ideal de la fantasía improductiva.
Ahora, ¿son importantes los bienes
materiales que puede el hombre llegar a poseer? Desde luego que sí; sin
embargo, el codiciarlos haciendo de ellos su interés prioritario bien puede
alejarle de Dios y es este deseo desmedido uno de los instrumentos preferidos
del enemigo para distraerle del enfoque espiritual que debe ser el centro de su
vida.
Piensa y evalúa, ¿es
realmente indispensable todo lo material que deseas alcanzar o en realidad solo
precisas de algunas cosas básicas?, ¿es vital para tu familia poseer todo
cuanto lujo exista?, ¿o puedes darle a ella algo aún más valioso?, ¿qué tal algo más de tu tiempo y atención y
esforzarte por serle un mejor ejemplo de dedicación y obediencia a Dios?
Vamos, no esperes más, pincha ahora mismo
tu burbuja y concentra tu mente, tiempo y energía en actividades productivas y
esfuérzate en satisfacer tus necesidades y las de tu propia familia, trabaja en
ello con empeño, pero jamás de manera compulsiva haciendo de lo material
temporal el objetivo principal de tu vida y pon siempre en el centro de ella a
Dios (Cp. Proverbios 23:21; 16:3; Mateo 6:25-34; I de Timoteo 6:17; Colosenses
1:18; Gálatas 2:20).