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viernes, 27 de septiembre de 2019

¿CÓMO TE PROGRAMAS?


 Por:
Carlos Ardila

     Al pensar, hablar y actuar respondiendo a una determinada programación mental negativa, claramente el hombre se encamina a sí mismo hacia el fracaso; contrariamente, al pensar, hablar y actuar de manera positiva reemplazando sus viejas programaciones mentales destructivas, este invariablemente se dirige al éxito.

     Entre algunos hábitos y programaciones mentales negativas, considera solo los siguientes siete contrastes para establecer por ti mismo a qué programaciones respondes y qué clase de persona eres:

     ¿Una de aquellas que siempre se lamentan quejándose de su suerte o una de las que decidida y valerosamente construyen su futuro?

     ¿De las que viven solo de sueños e ilusiones o de aquellas que con ilusión ponen manos a la obra y realizan sus sueños?

    ¿Del tipo de las que creen haber sido predestinadas al nacer para el fracaso o de las que construyen su propio destino orientándose hacia el éxito?

     ¿Una de las que envidiosamente codician los logros de los demás amargándose por su prosperidad o de las que se alegran por el éxito ajeno y conscientes de su propio potencial, se deciden a explotarlo a fin de alcanzar sus metas?

     ¿De las que viven en la frustración y en la amargura de las derrotas temporales pasadas o de las que aleccionadas por la experiencia de sus errores anteriores, se levantan fortalecidas para optimistamente intentarlo de nuevo viviendo a plenitud su presente forjándose un futuro mejor?

     ¿De la clase de quienes habituadas a las apuestas despilfarran su dinero en los juegos de azar esperando hallar en la suerte su solución o de aquellas que sin depender de tales probabilidades optan por el esfuerzo personal como vía hacia el éxito?

     Otra más de las que supersticiosamente creen haber sido hechizadas para que les vaya mal en la vida o de las que confían en el poder y en la protección de Dios quien prospera su trabajo (Cp. Salmos 91:1-16; I de Juan 4:4; Proverbios 16:3; Salmos 37:4-6).

     Siendo muchos más los hábitos y las programaciones mentales negativas o erradas que conducen al hombre hacia el fracaso y tantos más los hábitos y las programaciones mentales positivas que pueden encaminarle hacia el éxito, al haber examinado los anteriores siete contrastes entre las personas positivas y las negativas, ¿cuáles son tus hábitos?, ¿cómo te programas? ¿De manera positiva o negativa?, ¿hacia el éxito o hacia el fracaso?

     “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma” (III de Juan 2).