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sábado, 28 de septiembre de 2019

¿EVOLUCIONISMO O CREACIONISMO?


 Por:
Carlos Ardila

     ¿Es realmente razonable e inteligente la Teoría de La Evolución Biológica de las especies mediante el proceso continuo de las transformaciones casuales de los seres a través de sus generaciones formulada por Lamarck en 1809 y luego por Darwin en 1859?

     Ha sido observado que son por lo menos sesenta y cuatro los elementos químicos armónicamente fusionados en nuestros cuerpos para la estructuración y el desempeño de complejas y elaboradas funciones esqueléticas, musculares, respiratorias, circulatorias, digestivas y reproductivas a más de las tan sorprendentes elaboraciones que nuestras células hacen de todas las diferentes proteínas halladas en ellos.

     Adicionalmente, al ser estos minuciosamente observados, han sido hallados en ellos por lo menos mil seiscientos kilómetros de vasos sanguíneos, setecientos millones de células pulmonares, un millón quinientas mil glándulas sudoríparas, tres millones de glóbulos blancos, ciento ochenta billones de glóbulos rojos y tres billones de células nerviosas, entre tan solo algunas otras consideraciones más hechas al ser analizados nuestros cuerpos perfectamente diseñados para la coordinada interacción de doscientos ochenta y cuatro huesos con alrededor de cuarenta diferentes funciones a más de seiscientos músculos para el eficiente desempeño de por lo menos seis mil diferentes funciones; todo ello sin hacer mención de los millones de células y tejidos en nuestra piel, de nuestros cinco complejos sentidos y del aún desconocido diseño de nuestro tan perfectamente elaborado e intrincado cerebro desde el cual son dinámica e inteligentemente direccionadas todas nuestras funciones.

     Ahora, ¿razonablemente podríamos pensar que sea este el producto de la evolución accidental?, O más bien la resultante de una creación racional (Cp. Génesis 1: 26,27).

     ¿Verdad que somos seres maravillosos? Siendo que Dios nos ha formado con esmero, esforcémonos en amarle así como en servirle mejor cada día de nuestras vidas transitorias en el mundo presente, no es casual que estamos aquí, Él tiene un plan para nosotros en un cuerpo glorioso aún muy superior al físico extraordinario del cual nos ha dotado (Cp. Jeremías 1:5; Salmos 22:10; 139: 16; Gálatas 1:15; Eclesiastés 12:7; Filipenses 3:20,21).