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Mentiras y traiciones, vicios y violencia,
homicidios, violaciones y ultrajes, robos y estafas, llanto, tristeza y
dolor, alaridos de espanto, angustia,
amargura y desesperación, son los elementos característicos de la mayoría de las
películas de terror.
Como en el cine, como en las más
aterradoras películas de terror, ¿puedes
imaginar, soñar con la tortura de una vida de continuo inmersa en la más densa
oscuridad?, ¿una vida en la cual forzadamente y sin poderlo evitar tengas que
interactuar con millones personas que deseen perjudicarte y constantemente
busquen la oportunidad de destruirte?
Aunque algunas personas sean siempre o
eventualmente violentas, generalmente no desean ser ultrajadas, aunque sean
deshonestas, no desean ser privadas de sus bienes, aunque sean traicioneras, no
desean ser traicionadas, aunque sean infieles, no desean ser engañadas, aunque
sean murmuradoras y chismosas no desean ser calumniadas; ahora, ¿podrán tales
personas imaginar, soñar con la tortura de una vida eterna rodeadas de seres, de
espíritus que solo deseen y puedan hacerles daño sin que estas puedan huir de
su presencia?
Alguien dirá, y es que en realidad
actualmente, con la maldad creciente en el mundo, como en el cine de terror,
cada día presenciamos escenas de espanto.
Similares circunstancias a las del cine en
sus producciones de terror, pero no exactamente como en este, en el cual por tan
solo algunos minutos son aterrorizadas las personas que gustan del género, sino
aún mucho más, infinitamente mucho más aterradoras serán las circunstancias de
las personas que a causa de su incredulidad, infidelidad y desobediencia a Dios
vivirán eternamente excluidas de su presencia.
Lamentablemente, no solo hoy, sino en todas
las épocas, nuestras sociedades viven a diario escenas aterradoras de violencia
y de dolor.
Seguramente, en lugar de vivir en un mundo
de terror, deseas vivir rodeado de seres, de personas que deseen tu bienestar;
¿sabes?, para librarte del mundo de terror al que serán expuestas las personas
incrédulas, infieles y desobedientes a Dios, Él ha enviado a su Hijo en rescate
por ti y por mí, Él dispone de una morada eterna de luz, de paz y de amor para
nosotros en su presencia, en contraste de un lugar aterrador en el cual vivirán
eternamente, no como en el cine de terror, sino aún peor, mucho peor, todos aquellos
quienes rehúsen obedecerle.
La Palabra de Dios dice:
“Y yo Juan, vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
Y oí
una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los
hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de
ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras
cosas pasaron.
Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán
su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Cp. Apocalipsis
21: 2-4, 8).
En cuanto a ti, ¿en dónde y en compañía de
quienes deseas pasar tu eternidad?, ¿en qué mundo deseas vivir? Seguramente no
en un mundo de terror.
Cree en el Señor Jesucristo, obedécele hoy
mismo y serás salvo. .