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viernes, 27 de septiembre de 2019

COMO EN EL CINE DE TERROR


Por:
Carlos Ardila

     Mentiras y traiciones, vicios y violencia, homicidios, violaciones y ultrajes, robos y estafas, llanto, tristeza y dolor, alaridos de espanto, angustia, amargura y desesperación, son los elementos característicos de la mayoría de las películas de terror.

     Como en el cine, como en las más aterradoras películas de terror, ¿puedes imaginar, soñar con la tortura de una vida de continuo inmersa en la más densa oscuridad?, ¿una vida en la cual forzadamente y sin poderlo evitar tengas que interactuar con millones personas que deseen perjudicarte y constantemente busquen la oportunidad de destruirte?

     Aunque algunas personas sean siempre o eventualmente violentas, generalmente no desean ser ultrajadas, aunque sean deshonestas, no desean ser privadas de sus bienes, aunque sean traicioneras, no desean ser traicionadas, aunque sean infieles, no desean ser engañadas, aunque sean murmuradoras y chismosas no desean ser calumniadas; ahora, ¿podrán tales personas imaginar, soñar con la tortura de una vida eterna rodeadas de seres, de espíritus que solo deseen y puedan hacerles daño sin que estas puedan huir de su presencia?

     Alguien dirá, y es que en realidad actualmente, con la maldad creciente en el mundo, como en el cine de terror, cada día presenciamos escenas de espanto.

     Similares circunstancias a las del cine en sus producciones de terror, pero no exactamente como en este, en el cual por tan solo algunos minutos son aterrorizadas las personas que gustan del género, sino aún mucho más, infinitamente mucho más aterradoras serán las circunstancias de las personas que a causa de su incredulidad, infidelidad y desobediencia a Dios vivirán eternamente excluidas de su presencia.

     Lamentablemente, no solo hoy, sino en todas las épocas, nuestras sociedades viven a diario escenas aterradoras de violencia y de dolor.

     Seguramente, en lugar de vivir en un mundo de terror, deseas vivir rodeado de seres, de personas que deseen tu bienestar; ¿sabes?, para librarte del mundo de terror al que serán expuestas las personas incrédulas, infieles y desobedientes a Dios, Él ha enviado a su Hijo en rescate por ti y por mí, Él dispone de una morada eterna de luz, de paz y de amor para nosotros en su presencia, en contraste de un lugar aterrador en el cual vivirán eternamente, no como en el cine de terror, sino aún peor, mucho peor, todos aquellos quienes rehúsen obedecerle.

     La Palabra de Dios dice:

     “Y yo Juan, vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
     Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
     Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
     Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Cp. Apocalipsis 21: 2-4, 8).

     En cuanto a ti, ¿en dónde y en compañía de quienes deseas pasar tu eternidad?, ¿en qué mundo deseas vivir? Seguramente no en un mundo de terror.

     Cree en el Señor Jesucristo, obedécele hoy mismo y serás salvo. .