El siguiente es el hilo del diálogo entre
los hermanos Judas y Juan:
😠 — Judas — Y
pensé que debía decirte que ya sé lo que has dicho que te dije, pero en
realidad yo te dije lo que me habían dicho que dijeron los demás sobre ti, es
así que lo que pensaste que yo te dije fue lo que me habían dicho que dicen los
demás y no lo que yo quise decirte como sí lo creyera y que creí debías saber
que de ti se decía que dijiste que te dije que me habían dicho que de ti se
decía lo que yo te había dicho que dijeron, ahora espero que esté todo esto más
claro porque no quiero que pienses que ando diciendo lo que me dices que te han
dicho.
😏 — Juan — Nada he dicho en absoluto, ¿sabes?, la Palabra de
Dios nos dice: “Haced todo sin murmuraciones y contiendas; para que seáis
irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha, en medio de una generación
maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el
mundo” (Cp. Filipenses 2:14,15).
😠 — Judas — Sí, sí, sí, mira,
no es mi intención herirte a ti ni a nadie, pero mejor óyeme porque me han
dicho en confidencia que tú…, no lo voy a sostener en frente de ninguno, porque
aunque te amo a ti, no quiero problemas, y creo que tú debes reclamarle a…, ya que anda diciendo que tú…, no lo temes como un chisme o una murmuración de mi
parte, más bien recíbelo como un testimonio que te ayudará a defenderte.
😏 — Juan — Será mejor que
no me digas nada más al respecto, no quiero una discusión sin sentido, en
cuanto a las disputas, la Palabra del Señor nos dice: “Sin leña se apaga el
fuego, Y donde no hay chismoso, cesa la contienda. El carbón para brasas, y la
leña para el fuego; Y el hombre rencilloso para encender contienda” (Cp. Proverbios
26:20,21).
😠 — Judas — Sí que no hay caso contigo, ¿dejarás que te hagan
daño así nada más?
😏 — Juan — Es el Señor quien nos defiende, en este sentido su
Palabra dice: “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con
todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad
lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré,
dice el Señor” (Romanos 12:18,19).
Hay entre las dos anteriores actitudes una
que sin duda bien debemos imitar, ¿no es preciso decir cuál? ¿Verdad?