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viernes, 27 de septiembre de 2019

LAS VOCES INTERIORES


Por:
Carlos Ardila


    ¿Por qué, cuándo y qué haré?

        La siguiente es la voz de las preguntas en la mente de Juan quien a sí mismo se interroga sobre el porqué de su carácter:

     — ¿Por qué soy quién y, cómo soy?
     — ¿Por qué soy tan malgeniado?
     — ¿Por qué soy tan inconstante?
     ¿Por qué soy tan chismoso?
     ¿Por qué soy tan mal pensado?
     ¿Por qué soy tan rencoroso?
     ¿Por qué soy tan egoísta? 
     En fin, así soy, ya está, ya está…
     o ¿habrá algo que pueda yo hacer para cambiar?
     Seguro que sí
     Pero… ¿Lo haré?

    La siguiente es la voz de la reflexión en la mente de Juan quien consciente de sus errores e inconforme con su carácter ahora analiza cuando comenzó a ser y a actuar como lo ha hecho hasta el día de hoy:

        — ¿Cuándo, en qué momento de mi vida, empecé a ser tan malgeniado?
     — ¿Cuándo me volví tan inconstante, chismoso, malpensado, rencoroso y egoísta…? 
       — Siendo que antes no era yo así, ¿podré cambiar esta forma de ser y de actuar que no le agrada a Dios, ni a mí mismo, ni a los demás? 

     La siguiente es la voz de la decisión en la mente de Juan quien ahora se dice a sí mismo:

     — ¿Si sé que no agrado a Dios ni a lo demás e incluso a mí mismo me desagrado siendo como soy y actuando como lo hago? 

     ¿Por qué no ser quien quiero ser?
     Amable para con todos
     Fiel, veraz, y servicial…

     La siguiente es la voz de la decisión en la mente de Juan quien ahora desea cambiar su manera de ser y de actuar:

      Francamente, creo que es este un asunto de decisión y de confianza en el poder de Dios, quien me puede ayudar a ser mejor 
     — Sí, es un asunto de decisión 
      Yo puedo cambiar, con la ayuda de Dios seré mejor  

     La siguiente es la voz de la oración en la mente de Juan quien decidido a cambiar su manera de ser y de actuar ahora busca la ayuda de Dios:

     Padre, por mi bien y por el de otros más a mí alrededor y a fin de agradarte a ti, a mí mismo y a los demás y por mi propia salvación, por favor ayúdame a cambiar

     Puesto que sé que puedes entender mis flaquezas y que me ayudarás de acuerdo a tus fieles promesas (Cp. Hebreos 4:14-16), de la forma en la cual otros ya han sido transformados por ti (Cp. I de Corintios 6:9-11), hoy con plena confianza en tu amor y en tu poder declaro que con tu ayuda cambiaré porque quiero, puedo y lo haré (Cp. Filipenses 4:13), en el nombre de Jesús, amén —.

     ¿Has oído tú en tu interior voces similares a las anteriores en la mente de Juan?, si es así y deseas cambiar tu manera de ser y de actuar, decídete hoy mismo y transforma tu vida fortaleciéndote en Dios (Cp. Efesios 4:21-32; Colosenses 3:5-25; Gálatas 5:16-25).