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viernes, 27 de septiembre de 2019

EN SITUACIONES CRÍTICAS O DE EMERGENCIA


 Por:
Carlos Ardila

     Puedes llamar a los bomberos si precisas de su ayuda a causa del fuego o de alguna inundación o a la policía si acaso es tu seguridad la que se ve amenazada o concurrir a un hospital si es tu salud la que se ve afectada …, así, en casi toda situación crítica o de emergencia dispondrás de uno o de varios servicios para ser asistido; sin embargo, tratándose de situaciones críticas o de emergencia para las cuales no encuentras la ayuda de alguien más ¿acostumbras recurrir a Dios?, Seguramente que sí, y desde luego, es lo mejor que puedes hacer, pero ¿solo vuelves a acercarte a Él al presentársete la siguiente situación crítica o de emergencia?

     ¿Qué es lo que producen en nuestras vidas las eventuales situaciones críticas o de emergencia que enfrentamos? Al sucederse de manera repentina, estas por supuesto generan en nosotros conmoción, tristeza y dolor, entre otras varias sensaciones y emociones más.

      Ahora, ¿son nuestras situaciones críticas o de emergencia provocadas por Dios? Desde luego que no, ellas se derivan de nuestros propios errores o fruto de las acciones equívocas, irresponsables o malintencionadas de otras personas más o en razón del accionar de los elementos naturales.

     En medio de nuestras situaciones críticas o de emergencia podremos contar con la ayuda de Dios siempre que seamos sinceros al acercarnos a Él (Cp. Proverbios 28:9; Isaías 59:1,2).

     Algunas cosas más producen las situaciones críticas o de emergencia en nuestras vidas, nos ayudan a reflexionar acerca de nuestra necesidad de Dios y nos brindan la experiencia del aprendizaje que nos fortalece.

     Dios desea ser tu amigo y bendecirte en todo tiempo, no le reduzcas a ser tan solo tu asistente temporal al hallarte en medio de tus situaciones críticas o de emergencia para luego dejarlo de nuevo y recordarlo solo en tu próxima situación crítica o de emergencia, si eres tú uno más de los que así hacen, reflexiona y piensa en que quizás no tengas otra situación crítica o de emergencia más para buscarlo antes de partir hacia la eternidad y comparecer ente su tribunal (Cp. II de Corintios 5:10; Apocalipsis 22:12).

     Su Palabra dice:

     "Busquen al Señor mientras puedan encontrarlo, llámenlo mientras está cerca” (Cp. Isaías 55:6).