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martes, 24 de septiembre de 2024

NO TE AMARGUES / DEVOCIONAL

NO TE AMARGUES

 Por: Carlos Ardila.

 

 

Un antiguo refrán popular nos dice que el pasto del vecino es siempre más verde que el de nuestro propio jardín, la publicidad que alienta el consumo, te dirá que el auto de tu amigo es más amplio, cómodo y veloz que tu viejo automóvil que te invita a cambiar, porque en definitiva, no debes quedarte atrás, y el enemigo intenta hacernos llenar de amargura, debido al éxito, crecimiento o superación de otras personas más, promoviendo en nosotros la envidia, identificada en la Palabra del Señor como una de las obras de la carne (Cp. Gálatas 5:21).

 

 

En contraste a lo anterior, el Señor, nos anima a ser agradecidos y a estar contentos con lo que tenemos ahora, con relación a ello, la Palabra de Dios nos dice:

 

 

«No amen el dinero; estén contentos con lo que tienen, pues Dios ha dicho:

 

«Nunca te fallaré.

 

  Jamás te abandonaré»[b]» (Hebreos 13:5).

 

 

¿Es acaso conformismo, el contentamiento? Desde luego que no.

 

 

El contentamiento, es la virtud que nos hace estar satisfechos y agradecidos por los bienes materiales que poseemos ahora, y nos anima a esperar en un futuro mejor, confiando en el Señor.

 

 

¿Se opone el Señor a las riquezas? Por supuesto que no, Él desea bendecirnos y concedernos un pleno bienestar, pero nos alerta en cuanto a no llenarnos de la amargura que genera la codicia y la envidia (Cp. I de Timote 6:6-10).

 

 

Sé agradecido, y no te amargues, vive contento con lo que tienes ahora, y pon primero en tu vida al Señor.

 

 

La Palabra de Dios nos dice:

 

 

«Quédate quieto en la presencia del Señor,

  y espera con paciencia a que él actúe.

No te inquietes por la gente mala que prospera,

  ni te preocupes por sus perversas maquinaciones» (Salmos 37:7).

 

 

«La verdadera humildad y el temor del Señor

  conducen a riquezas, a honor y a una larga vida» (Proverbios 22:4).

 

 

Oremos:

 

 

Nuestro amoroso y perfecto Padre Dios, te damos gracias por todo cuanto tú nos das, y te pedimos que nos ayudes a cultivar la virtud del contentamiento, de un modo tal que podamos producir el fruto del Espíritu, que es el gozo. En el dulce nombre del Señor Jesús, amén,

 

 

 

PARA GLORIFICAR EL NOMBRE DE DIOS / DEVOCIONAL


PARA GLORIFICAR EL NOMBRE DE DIOS 

 

 Por: Carlos Ardila.



El Señor, nuestro diseñador y nuestro hacedor, nos ha formado en el vientre de nuestras madres, y al crearnos, Él desde antes, ya había planificado usarnos para su gloria y, por supuesto, para bendecirnos con su Salvación (Cp. Salmos 139:16; 22:10; Jeremías 1:5; Gálatas 1:15).

 

 

No estamos aquí por casualidad, sino para servirle de un modo práctico a nuestro Dios, como agentes funcionales a sus planes eternos de Salvación para el hombre, y desde luego, el enemigo desea distraernos de nuestras responsabilidades espirituales, intentando hacernos perder la perspectiva de lo espiritual, para hacernos enfocar en las cosas de este mundo, en el cual, si ponemos primero a Dios, Él nos bendecirá con lo materialmente necesario para nuestra manutención (Cp. Mateo 6:33, 34).

 

 

Después de haber sido escogido y bendecido por Dios, el gran rey Salomón se desvió del camino, de lo cual él posteriormente se arrepintió y concluyó al final de su libro autobiográfico, el Eclesiastés, que el todo del hombre ha de ser servirle al Señor (Cp. Eclesiastés 12:13).

 

 

La Palabra de Dios nos dice:

 

 

«Ustedes son la sal de la tierra. Pero ¿para qué sirve la sal si ha perdido su sabor? ¿Pueden lograr que vuelva a ser salada? La descartarán y la pisotearán como algo que no tiene ningún valor» (Mateo 5:13).

 

 

Recuerda, hemos sido creados para glorificar el nombre de nuestro Dios, en este sentido, en Isaías 43:7 leemos:

 

 

«Traigan a todo el que me reconoce como su Dios, porque yo los he creado para mi gloria. Fui yo quien los formé».

 

 

Como la sal que somos, en el sentido espiritual, no perdamos nuestro sabor, no nos hagamos inútiles al propósito práctico de Dios para nuestras vidas, y sirvámosle como agentes preservadores y precursores de los principios éticos y morales que hemos recibido del Señor, y ayudémosle a seguir llevando a cabo, su gran plan de Salvación.

 

 

Oremos:

 

 

Maravilloso y bondadoso Dios de amor, te alabamos y te exaltamos como al único y verdadero Dios, como al creador del universo y nuestro hacedor, y te pedimos que nos uses cada día para tu gloria, santifícanos y capacítanos para servirte y ser funcionales a tu propósito eterno de salvación, estamos a tu disposición; en el bendito nombre de Jesús, amén.

 

 

FAKE NEWS / DEVOCIONAL

 

FAKE NEWS

 Por; Carlos Ardila.

 

 

Básicamente, las fake news, son noticias e informaciones falsas ideadas o promovidas en beneficio de alguna persona y en perjuicio de otra, las cuales, se difunden y se esparcen rápidamente, especialmente hoy, por medio de las redes sociales y a partir de ellas, luego en el voz a voz entre las personas que, generalmente, sin un mayor discernimiento, las comentan y las difunden.

 

 

Seguramente estarás familiarizado con algunas de las acciones del enemigo, dentro de las cuales, sobresalen la mentira, y sus derivadas, tales como son, la distorsión y la tergiversación que generan desinformación y confusión en las mentes de algunas personas que sin mayor discernimiento y responsabilidad, sin investigar, aceptan la falsedad por la verdad, y toman por bueno lo malo (Cp. Isaías 5:20; II de Corintios 4:4; II de Tesalonicenses 2:10-12).

 

 

La Palabra de Dios nos dice:

 

 

«Pues ustedes son hijos de su padre, el diablo, y les encanta hacer las cosas malvadas que él hace. Él ha sido asesino desde el principio y siempre ha odiado la verdad, porque en él no hay verdad. Cuando miente, actúa de acuerdo con su naturaleza porque es mentiroso y el padre de la mentira. Por eso, es natural que no me crean cuando les digo la verdad» (Juan 8:44, 45).

 

 

Como hijos del Señor, y conocedores de la Palabra de Dios, compasiva y responsablemente, nos corresponde exponer la verdad, que ha sido y continuará siendo falseada, distorsionada y tergiversada por el enemigo, en la intención de hacer perder a quienes por desinformación y confusión, viven en el error que les distancia del Señor.

 

 

Oremos:

 

 

Maravilloso y bondadoso Dios de amor, nos regocijamos en tu presencia, y expresamos a ti nuestra gratitud por habernos hecho partícipes de las labores de tu reino, ayúdanos, oh, buen Señor, a ser tus mensajeros, para proclamar con gozo las buenas nuevas de salvación. En el nombre de Jesús, amén.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

QUE ÉL SE FORME Y CREZCA EN NOSOTROS / DEVOCIONAL

 

QUE ÉL SE FORME Y CREZCA EN NOSOTROS

 Por: Carlos Ardila.

 

 

Juan, el bautista, había estado preparando el camino del Señor, y ya le había identificado a Él ante sus discípulos, como al Mesías esperado por el pueblo, al ver luego los seguidores de Juan, que Jesús bautizaba y se hacía de discípulos, le advirtieron de ello al bautista, quien en respuesta a esta cuestión expresó:

 

 

«Él debe tener cada vez más importancia y yo, menos» (Juan 3:30).

 

 

Somos muy valiosos para el Señor, hemos sido hechos por Él a su imagen y a su semejanza espiritual; sin embargo, Dios no se conforma con el nivel de espiritualidad en el que nos encontrábamos antes de haberle recibido, sino que desea que avancemos cada día, a fin de llegar a un estado de madurez espiritual que nos haga más cercanos a Él (Cp. Génesis 1:26, 27; Efesios 4:11-16).

 

 

Lo anterior, demanda de nosotros un esfuerzo cada día mayor, para ver todas las cosas desde una perspectiva espiritual, es decir, a partir del punto de vista del Señor, quien, por medio de su Palabra, nos lo ha dado a conocer, a fin de, si se lo permitimos, formarse Él en nosotros (Cp. Gálatas 4:19; I de Corintios 2:14-16).

 

 

Como lo hiciera el apóstol Pablo, hagamos tú y yo, que el Señor Jesús se forme y crezca en nosotros, al punto tal que nuestras vidas sean una extensión de la suya.

 

 

En Gálatas 2:20, la Palabra de Dios nos dice:

 

 

«Mi antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal, confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí».

 

 

Oremos:

 

 

Soberano Dios, todopoderoso y perfecto Señor, te damos gracias por habernos recibido en el estado espiritual en el que nos encontrábamos, contaminados y manchados por nuestros pecados, por habernos lavado de ellos, por medio de la sangre de nuestro amado Salvador, a quien deseamos permitirle formarse y crecer en nosotros, de un modo tal, que seamos nosotros una extensión de su vida. En el nombre de Jesús, amén.

 

RESTAURACIÓN / DEVOCIONAL

 

RESTAURACIÓN

 Por. Carlos Ardila.

 

 

Hace algún tiempo, una amorosa hermana, quien sabe de mi gusto por las cosas antiguas, me obsequió una vieja máquina de escribir, hermosa a mi parecer, pero algo deteriorada, aunque con todas sus piezas, por lo cual, no era muy difícil su restauración, y qué emoción, desde luego, fue para mí verla como nueva, completamente restaurada.

 

 

Cuán preciosas son las almas para el Señor, todas ellas poseen un enorme valor para Él, tanto así, que el precio de su salvación, ha sido la sangre de nuestro amoroso Salvador Jesús (Cp. Hechos 20:28).

 

 

Cuando un hijo de Dios cae, y se aparta del camino, desea Él que este sea restaurado, a fin de devolverle su hermosura y su funcionalidad espiritual.

 

 

En el idioma griego, el término empleado para el concepto de la restauración, es katartízo, cuyo sentido, refiere a la acción de poner un hueso dislocado en su lugar, a fin de devolverle su funcionalidad original, y es utilizado en el Nuevo Testamento, en referencia al proceso de la reparación de las redes de un pescador, en síntesis, al restaurar algo, se le renueva, recupera o repara, devolviéndole a su estado anterior, y en el sentido espiritual, restaurar a alguien, es ayudarlo a recuperar su relación con el Señor.

 

 

Para restaurar a alguien, es preciso hacer uso de las palabras más mansas, respetuosas y amables, en vez de los términos críticos y acusativos, pensando primero, en que nosotros mismos, podríamos caer en una falta igual o similar a la que ha causado la caída del hermano al que le deseamos ayudar a recuperar su comunión con Dios.

 

 

Compasivos y misericordiosos, seámosle útiles al Señor, para recuperar en amor las valiosas almas que Él desea salvar.

 

 

La Palabra de Dios nos dice:

 

 

«Amados hermanos, si otro creyente[a] está dominado por algún pecado, ustedes, que son espirituales, deberían ayudarlo a volver al camino recto con ternura y humildad. Y tengan mucho cuidado de no caer ustedes en la misma tentación» (Gálatas 6:1).

 

 

«Mis amados hermanos, si alguno de ustedes se aparta de la verdad y otro lo hace volver, pueden estar seguros de que quien haga volver al pecador de su mal camino salvará a esa persona de la muerte y traerá como resultado el perdón de muchos pecados» (Santiago 5:19, 20).

 

 

Oremos:

 

 

Amado Padre, perfecto y misericordioso Dios, venimos hoy ante ti para expresarte nuestra gratitud por el precioso don de salvación que tú nos has otorgado, para agradecer tu paciencia y comprensión para con nosotros; concédenos, oh, buen Señor, el amor, la sabiduría y la empatía para ayudar a levantar al caído, considerando que tú nos has perdonado y fortalecido, levantado y restaurado a nosotros mismos en el pasado. En el dulce nombre de Jesús, amén.

 

 

INSPIRAR Y ANIMAR / DEVOCIONAL

 INSPIRAR Y ANIMAR

 Por: Carlos Ardila.

 

 

Como cristianos, desde luego, deseamos que nuestros familiares y amigos, también le entreguen sus vidas al Señor, cuando nos identificamos como cristianos, es como si expusiéramos nuestras vidas ante los demás, quienes, al observar nuestra conducta, constatarán si en verdad nuestro comportamiento se corresponde o no con nuestras palabras (Cp. Mateo 5:14-16).

 

 

En casi todas las instituciones y organizaciones humanas, se expresan con total claridad, tanto la misión como la visión que le dan sentido a su existencia, lo que, por supuesto, se espera, promueva su imagen, a fin de impactar sobre quienes ellas desean que se involucren en sus actividades; por supuesto, un mal servicio, una mala actitud o algún acto de corrupción por parte de alguno de sus integrantes, afecta su credibilidad.

 

 

No es diferente con la institución de origen divino, que como cristianos, tú y yo representamos ante los demás, nuestras buenas actitudes, inciden directamente en la imagen de la iglesia del Señor, por lo cual, obviamente, se espera que nuestra buena conducta promueva la credibilidad de la organización espiritual que anuncia el mensaje de salvación y de transformación que decimos haber abrazado.

 

 

¿Qué imagen proyectamos nosotros frente los demás? La gente nos observa, al escucharnos hablar, y al vernos actuar, ¿se sentirán inspirados y animados los demás a obedecer el mensaje de salvación que pretendemos anunciar?, ¿somos creíbles tú y yo?, ¿le damos al mundo una buena imagen de la institución divina que representamos?

 

 

Recuerda que con tus palabras, actitudes, compromiso y buen ejemplo, inspiras y animas a los demás, por lo cual, tú y yo, en la iglesia del Señor, en el hogar, y en cada lugar: «Pensemos en maneras de motivarnos unos a otros a realizar actos de amor y buenas acciones» (Hebreos 10:24).

 

 

Oremos:

 

 

Nuestro amoroso, perfecto y misericordioso Padre Dios, te damos gracias por el tesoro invaluable de nuestra salvación, ayúdanos, oh, buen Señor, a ser instrumentos de tu amor, para que, por medio de nuestras palabras y actitudes, podamos testificar de ti, animando e inspirando a otras personas más a venir a tus pies. En el nombre de Jesús, amén.

 

 

 

TRANSFORMADOS Y TRANSFORMERS / DEVOCIONAL

 

TRANSFORMADOS Y TRANSFORMERS

 Por: Carlos Ardila. 

 

 

Por definición, la palabra transformar, refiere al cambio de forma observable en alguien o en algo, y ello, en términos espirituales equivale al proceso de transformación, que, por medio de la acción del Espíritu obrando en nuestro ser, nos hace nuevos en cuanto a un cambio de actitud, que conlleva un cambio de vida claramente visible, que nos diferencia de quienes éramos y de qué manera actuábamos antes de entregarle nuestras vidas al Señor Jesús (Cp. II de Corintios 5:17; Romanos 12:1, 2).

 

 

La Palabra de Dios nos dice:

 

 

«Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos[b] como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza, con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu» (II de Corintios 3:18 NVI).

 

 

Así, una persona transformada por el Espíritu de Dios, debe reflejar, como refleja un espejo, el rostro de alguien, los frutos de su conversión, por medio de actitudes y de acciones que se correspondan con el modelo de conducta que tenemos los cristianos en el ejemplo del Señor Jesús (Cp. I de Pedro 2:21, 22).

 

 

Por otro lado, en una ficción, como puede parecer la vida de quienes realmente no se muestran tal y como ellos son en todo espacio y situación, el término transformer hace referencia a la capacidad que poseen los robots de la popular producción del cine y de la televisión, Los Transformers, para transformarse en formas alternativas, como la de diversos vehículos y animales.

 

 

Como los hijos del Señor que somos, se espera de nosotros una conducta lineal, siempre recta, la de personas transformadas por el Espíritu, que vivimos, a cara descubierta, como auténticos siervos de Dios, asumiendo las actitudes correctas en cada espacio y situación, en vez de la conducta de quienes, como Los Transformers, cambian su forma de ser, comportándose de un modo en la iglesia, y de una manera diferente en el hogar y en el mundo, cuando creen que nadie les ve. (Cp. Gálatas 2:11-14).

 

 

Oremos:

 

 

Nuestro buen Padre Dios, Santo, fiel y verdadero, nos regocijamos en ti, y agradecidos por la salvación que tú nos has concedido, te rogamos que nos ayudes a vivir como verdaderos y santos hijos tuyos, que transformados por tu Espíritu, procuremos serte siempre fieles, reflejando en cada lugar la presencia e influencia de tu amor y poder en nuestras vidas. En el nombre de Jesús. Amén.

 

JAMÁS NOS ABANDONA / DEVOCIONAL

 

JAMÁS NOS ABANDONA

 Por: Carlos Ardila.

 

 

El Señor envió palabra al rey Acab por medio del profeta Elías, informándole acerca de la gran sequía, que debido a la idolatría del pueblo, vendría sobre Israel, anuncio ante el que, el malvado rey se enfadó contra el siervo de Dios, de un modo tal que la vida de este corría peligro, aparte del rey y de su perversa esposa Jezabel, eran muchos los enemigos de Elías, a causa de su predicación en contra de los Baales y sus adoradores.

 

 

A fin de proteger a Elías y de preservarle la vida, el Señor le ordenó al profeta ocultarse en un lugar en donde Él le cuidaría, con relación a esto, la Palabra de Dios nos dice:

 

 

«Sal de aquí hacia el oriente y escóndete en el arroyo de Querit, al este del Jordán. Beberás agua del arroyo y yo ordenaré a los cuervos que te den de comer allí.

 

Así que Elías se fue al arroyo de Querit, al este del Jordán, y allí permaneció, conforme a la palabra del Señor. Por la mañana y por la tarde los cuervos le llevaban pan y carne, y bebía agua del arroyo» (I de Reyes 17:3-6).

 

 

En razón de nuestro servicio al Señor, y por intentar vivir de un modo agradable a Él, como Elías, somos perseguidos por el enemigo y sus servidores, quienes, a veces, se encuentran en posiciones de autoridad y privilegio, y ellos, enojados con nosotros, nos cierran las puertas del empleo y el abastecimiento, lo cual pone en peligro nuestra seguridad alimentaria y física en general, y como el profeta, confundidos, no sabemos qué hacer ni a don de ir.

 

 

En todo momento, y en especial en el tiempo del apremio y la dificultad, aunque andemos en valle de sombra de muerte, confiemos en el Señor, Él nos mostrará el lugar más seguro, nos animará y consolará, nos cuidará y sustentará; recuerda, el Señor es nuestro pastor, nada nos faltará; hagamos de nuestra relación con Él, un arroyo, un manantial inagotable de paz y provisión (Cp. Salmos 23:1-6).

 

 

Oremos:

 

 

Amado Señor, Dios todopoderoso, haznos fuertes y valientes para servirte con total fidelidad, conscientes de que en donde sea que nos encontremos, estaremos seguros, provistos de pan, y beberemos en calma del agua que emana y fluye clara y limpia del arroyo de tu fuente. En el nombre de Jesús, amén.

 

 

SON MÁS Y MÁS PODEROSOS / DEVOCIONAL

 

SON MÁS Y MÁS PODEROSOS

 Por: Carlos Ardila.

 

 

Según nos lo describe la Palabra del Señor, en una cierta situación de confrontación entre Siria e Israel, el profeta Eliseo, ayudado sobrenaturalmente por Dios, sabía e informaba al rey de Israel los pasos y movimientos de rey sirio, de un modo tal que, Israel estaba en ventaja estratégica sobre Siria, lo cual le fue declarado al rey sirio por uno de sus oficiales, quien estaba enterado de la ayuda del Señor al profeta y por medio de él a su pueblo Israel (Cp. II de Reyes 6:8-12).

 

 

Informado sobre esta cuestión, el rey sirio, al saber que Eliseo se encontraba en Dotán, envió allí carros, caballos y a un gran ejército a fin de capturarlo, y de noche, rodearon el pueblo, al amanecer Guiezi, siervo de Eliseo observó al ejército sirio que les superaba en número, y se llenó de inquietud; acerca de esta situación, en II de Reyes 6:15-17, la Palabra de Dios nos dice:

 

 

«—¡Ay, mi señor! —exclamó el criado—. ¿Qué vamos a hacer?

 

—No tengas miedo —respondió Eliseo—. Los que están con nosotros son más que ellos.

 

Entonces Eliseo oró: «Señor, ábrele a Guiezi los ojos para que vea». El Señor así lo hizo y el criado vio que la colina estaba llena de caballos y de carros de fuego alrededor de Eliseo».

 

 

Hay momentos de la vida, en los cuales, ante las dificultades e inconvenientes y ataques de Satanás y de quienes influidos por él, intentan hacernos mal, equivocadamente, rodeados por el enemigo y sus instrumentos, nos sentimos solos e indefensos, ignorando que alrededor nuestro, en los lugares o en las regiones celestiales, es decir, en el mundo espiritual en derredor nuestro, están siempre las poderosas y numerosas legiones del Señor actuando a nuestro favor (Cp. Salmos 91:11, 12; 34:7; Apocalipsis 5:11).

 

 

¡No temamos, son más y más poderosos los que están con nosotros!

 

 

Oremos:

 

 

Todopoderoso y perfecto Padre Dios, te damos gracias por tu constate ayuda y protección, y te pedimos que, conscientes de nuestra lucha diaria en contra de los principados y de las potestades de maldad en el mundo espiritual alrededor nuestro, ilumines y mantengas abiertos los ojos de nuestro entendimiento espiritual, de un modo tal que, podamos vivir confiados y seguros, sabiendo que son más y más poderosas las legiones celestiales por medio de las cuales tú nos ayudas y defiendes. En el nombre de Jesús, amén.

 

INFIDELIDAD / DEVOCIONAL

 INFIDELIDAD

 Por: Carlos Ardila. 

 

 

Como hijos del Señor y miembros de su iglesia, simbólicamente, su esposa, debemos permanecer fieles a sus instrucciones, que constituyen los términos del pacto que Él ha establecido con nosotros y que han de regir nuestras vidas, cuando algún miembro del pueblo de Dios, en paralelo a sus acciones de adoración en su congregación, lleva a cabo actividades por medio de las cuales le rinde culto o veneración a otros seres diferentes a Él, o abraza otras formas de doctrina, ajenas a su Palabra, fornica, adultera espiritualmente, siéndole infiel al Señor (Cp. Éxodo 20:3-5; Hechos 4:12; I de Timoteo 2:5; Romanos 6:17).

 

 

En Jeremías 3:8, la Palabra de Dios nos dice:

 

 

«Vio[a] que me divorcié de la infiel Israel debido a su adulterio; pero Judá, esa hermana traicionera, no tuvo temor, y ahora ella también me ha dejado y se ha entregado a la prostitución».

 

 

Entre otras más, algunas de las palabras favoritas del enemigo y de quienes están influidas por él para tratar de hacernos sentir ridículos e irracionales, son: fanatismo, legalismo y radicalismo, términos mal usados por él y por sus instrumentos, y muy diferentes al que debe definir nuestra actitud de respeto, reverencia y fidelidad para con el Señor, y que denota el cuidado, la diligencia, y el esmero que debemos poner en las cosas del Señor, celo.

 

 

La Palabra de Dios nos dice:

 

«El celo por tu casa me ha consumido,

  y los insultos de aquellos que te insultan han caído sobre mí» (Salmos 69:9. Cp. Juan 2:17).

 

 

Oremos:

 

 

Nuestro amoroso, todopoderoso, perfecto y misericordioso Padre Dios, tuya es la gloria y solo tú eres digno de adoración, en virtud de lo cual, te pedimos que nos concedas la sabiduría y la inteligencia necesarias para permanecer en ti y en tu Palabra, haciendo de ti el centro de nuestras vidas, sin inclinarnos ante nadie más. En el nombre de Jesús, amén.

 

 

 

TU VALOR / DEVOCIONAL

 

TU VALOR

 Por: Carlos Ardila.

 

 

Algunas cosas materiales se devalúan con el paso de los años, pero otras más mantienen su valor e incluso lo incrementan, si se trata de invertir, se ha de elegir poner tu dinero en bienes durables y en los que producen buenos rendimientos o aumentan su valor en el mercado.

 

 

Una de las acciones predilectas del enemigo, es la de intentar hacernos sentir insignificantes, sin valor e inservibles, alguien altivo, influenciado por él, malintencionadamente tratará de desvalorizarte, hacerte pensar que no le llegas ni al borde del ruedo de su pantalón, que eres menos que las partículas de polvo que pisan sus zapatos, pero, no lo cree así quien cuidadosamente te diseñó y te formó (Cp. Génesis 1:26,27; Salmos 139:13-16).

 

 

Ahora, así como algunos bienes materiales aumentan su valor a lo largo del tiempo, algunas personas se atribuyen así mismas mucho más valor e importancia de la realmente tienen, y es justamente por ello, que consideran inferiores a los demás, bien sea por su lugar de origen, condición socioeconómica o racial, e inclusive, sorprendentemente, espiritual (Cp. Lucas 18:9-14).

 

 

La Palabra de Dios nos dice:

 

 

«Basado en el privilegio y la autoridad[b] que Dios me ha dado, le advierto a cada uno de ustedes lo siguiente: ninguno se crea mejor de lo que realmente es. Sean realistas al evaluarse a ustedes mismos, háganlo según la medida de fe que Dios les haya dado.[c]» (Romanos 12:3).

 

 

No te dejes que el enemigo te engañe haciéndote sentir inferior o superior a tus hermanos o a tu prójimo en general, no te compares con otras personas para desvalorizarte o agrandarte, recuerda, no nos ha hecho el Señor, inferiores ni superiores, más sí en absoluto diferentes a todos los demás, pero con el mismo valor ante sus ojos.

 

 

Oremos:

 

 

Maravilloso y bondadoso Dios de amor, nos gozamos en tu presencia, y nos acercamos a ti para expresar nuestra gratitud por el valor natural que tú nos has concedido desde el instante mismo de nuestra concepción, y te pedimos que no nos dejes engañar por el enemigo, quien desea disminuirnos y acomplejarnos, a fin de inutilizarnos, y te rogamos, oh, Señor además, que no nos dejes confundir por él, para hacernos sentir superiores a los demás, y que nos hagas recordar que, aunque somos todos tus hijos diferentes, poseemos ante ti el mismo valor. En el nombre de Jesús, amén.

 

 

OPOSICIÓN, AYUDA Y FORTALEZA / DEVOCIONAL

 

OPOSICIÓN, AYUDA Y FORTALEZA

 Por: Carlos Ardila.

 

 

Si deseamos alguna cuestión material que esté a nuestro alcance y nos brinde bienestar y comodidad, si disponemos de los medios económicos para obtenerla, siendo nosotros libres y autónomos para hacer nuestras decisiones, seguramente la podremos adquirir y nadie se nos opondrá.

 

 

Ahora, tratándose de alguna conducta que espiritualmente nos afecte y que deseamos dejar, aunque somos libres y autónomos para tratar de suprimirla, hallaremos la oposición de una de nuestras naturalezas, la del hombre carnal, que dentro de nosotros, se niega a desaparecer (Cp. Gálatas 5:16,17; Efesios 4:22-24).

 

 

En nosotros, en nuestro corazón, sin excepción, un conflicto permanente se da entre los deseos espirituales, por medio de los cuales anhelamos agradar al Señor, y los apetitos de la carne que eventualmente nos hacen actuar en contra de su voluntad (Cp. Romanos 7:17-20).

 

 

Quizás, si es que aún nos has logrado vencer sobre alguna debilidad en particular, hoy te sientas triste y muy decepcionado de ti mismo; sin embargo, aunque todavía no eres la persona que sinceramente deseas ser, seguramente has de haber avanzado mucho, y hoy puedes decir que eres bastante mejor de lo que eras ayer, no te desanimes, sigue adelante, ve paso a paso, y entrégale esa debilidad al Señor, si entiendes la naturaleza de la lucha, aprenderás a ser misericordioso y paciente contigo mismo para no darte por vencido.

 

 

El Señor Jesús dijo:

 

 

«Velen y oren para que no cedan ante la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil» (Mateo 26:41).

 

 

Si en medio de un determinado ambiente, te sientes vulnerable ante la fuerza de la tentación, sal de allí y órale al Señor, Él te ayudará y fortalecerá.

 

 

En Santiago 4:7 leemos:

 

 

«Así que humíllense delante de Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes».

 

 

Oremos:

 

 

Nuestro amoroso y todopoderoso Padre Dios, en razón de nuestra fe, venimos hoy ante ti para suplicarte que nos ayudes a vencer la resistencia del hombre viejo que se niega a morir, de nuestra antigua naturaleza carnal que se niega a desaparecer y se opone a nuestro deseo de vivir de acuerdo a tu voluntad, haz, oh, buen Señor, que prevalezca sobre ella la naturaleza espiritual que hemos recibido de ti, y fortalécenos a este fin; en el nombre de Jesús, amén.

 

LLAMAME Y YO TE RESPONDERÉ / DEVOCIONAL

 

LLAMAME Y YO TE RESPONDERÉ

 Por: Carlos Ardila.

 

 

El Señor nos ha hecho grandísimas promesas, y Él, siempre fiel, en el momento preciso, actúa a nuestro bien, cumpliendo lo que nos ha prometido.

 

 

En Jeremías 33:3, la Palabra de Dios nos dice:

 

 

«Pídeme y te daré a conocer secretos sorprendentes que no conoces acerca de lo que está por venir».

 

 

El profeta Jeremías inició su ministerio en el año 626 a. J.C., en el año decimotercero del reinado de Josías (Cp. 1:1,2), y predicó antes y después de la destrucción del templo de Salomón en Jerusalén, sucedida aproximadamente en el año 586 a.J.C., cuando parte de la población del reino sureño de Judá fue llevada cautiva a Babilonia, en los días del rey Nabucodonosor II, el Grande, perteneciente a la dinastía de los caldeos (642 a. C. de 562 a. J.C.).

 

 

Por medio de esta promesa del Señor, Jeremías profetizaba la futura restauración de la prosperidad de Jerusalén, dándole a conocer a su pueblo aquellas cosas grandes y maravillosas que este no sabía, pero que Dios haría para él.

 

 

Dios oye el clamor de su pueblo, cuando le pedimos algo a Él con fervor, su gran poder comienza a obrar en función de nuestro bien (Cp. Mateo 7:7a). En medio de nuestras dificultades, le rogamos al Señor que nos ayude, y le planteamos posibles vías de solución, aquellas que a nosotros nos parecen; sin embargo, Él puede mostrarnos en el futuro, cosas aún más grandes, maravillosas que hoy no sabemos, pero que sí están bajo su dominio (Cp. Efesios 3:20).

 

 

Qué experiencia más difícil de sobrellevar ha de haber sido para Judá que su cautividad, no dejemos que el enemigo nos llene de una tristeza y angustia tal que en nuestras necesidades y aflicciones, estemos cautivos del temor y de la incertidumbre, pidámosle al Señor, y Él, como lo ha prometido, nos mostrará un futuro de bendición, y lo encaminará todo en función de nuestro bienestar integral.

 

 

La Palabra del Señor nos dice:

 

 

«Cuando me llamen, yo les responderé;

  estaré con ellos en medio de las dificultades.

  Los rescataré y los honraré» (Salmos 91:15).

 

 

Oremos:

 

 

Nuestro amoroso, todopoderoso y perfecto Padre Dios, te pedimos, misericordioso Señor, que renueves nuestra fe en ti, de un modo tal que, en medio de nuestras dificultades, en vez de permitirle al enemigo, hacernos cautivos de la incertidumbre y el temor, podamos esperan confiadamente en que tú oirás la voz de nuestro clamor, y nos concederás tu bendición; en el nombre de Jesús, amén.