DEFRAUDARLO LO MENOS POSIBLE
Por: Carlos Ardila.
Al saber de nuestros errores, al llegar a conocer nuestras acciones vergonzosas, antes ocultas, las personas más cercanas a nosotros, aquellas con las que pensábamos que siempre podríamos contar, quizás nos dejarán de apreciar, y tal vez nos abandonarán.
Si nos hemos hecho amigos del Señor, por hacer su voluntad (Cp. Juan 15:14), o por lo menos, pese a nuestros desaciertos, intentar hacerla, Él, omnisciente y muy consciente de nuestros errores, misericordioso y amigo, mientras aún estemos en este mundo, jamás nos dejará de amar, y siempre nos ayudará a superarnos.
La Palabra de Dios nos dice:
«Pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores» (Romanos 5:8).
Recuerda, Dios nos ha amado aun desde antes de que nos hiciéramos sus amigos, y Jesús, el mejor amigo con el que podamos contar, nunca nos abandonará en esta vida; sin embargo, ten presente que nuestro gran amigo Jesús, un día dejará de ser nuestro amigo, y será nuestro juez (Cp. I de Juan 2:1,2; Mateo 25:31-46).
Siendo que el obsequio de nuestra salvación es por la gracia de Dios, gratuita e inmerecida, por supuesto, sabiendo que somos falibles e imperfectos, pongamos todo nuestro empeño en tratar de defraudar lo menos posible a nuestro clemente y comprensivo amigo Jesús, quien desea llevarnos a su eterna morada (Cp. Juan 14:1-3, 15).
Oremos:
Nuestro amoroso, perfecto y comprensivo Padre Dios, te damos gracias por el don precioso de nuestra salvación, nos reconocemos pequeños e imperfectos delante de ti, y te suplicamos que manifiestes en nosotros tu amor y tu poder, haciéndonos fuertes y cada vez más comprometidos con nuestra superación espiritual, en el nombre del Señor Jesús, amén.