UNA DIMINUTA SEMILLA PLANTADA EN TU JARDÍN
Por: Carlos Ardila.
Con relación al crecimiento de la iglesia, el reino de Dios sobre la tierra (Cp. Colosenses 1:13), el Señor Jesús expresó:
«Entonces Jesús dijo: «¿A qué se parece el reino de Dios? ¿Cómo puedo ilustrarlo? Es como una pequeña semilla de mostaza que un hombre sembró en un jardín; crece y se convierte en un árbol, y los pájaros hacen nidos en las ramas» (Lucas 13:18,19).
La mostaza, un arbusto, cuyas ramas se extienden desde su base, puede llegar a crecer hasta alcanzar una altura de entre tres y cuatro metros, por su sombra, que protege del calor, la mostaza, es comúnmente sembrada en los campos y en los jardines palestinos.
La semilla de mostaza, era generalmente usada como un símbolo de las cosas muy pequeñas e insignificantes, en este sentido, en Mateo 17:20, la Palabra de Dios nos dice:
«— Ustedes no tienen la fe suficiente—les dijo Jesús—. Les digo la verdad, si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Muévete de aquí hasta allá”, y la montaña se movería. Nada sería imposible.[a]»
A partir de un inicio, aparentemente muy pequeño, una semilla de mostaza que luego se hizo un gran arbusto en el cual las aves anidaron hallando en él seguridad, Jesús ilustró el comienzo modesto del reino de Dios, el cual Él posteriormente expandió, haciéndole crecer para brindarle paz, seguridad y Salvación a los hombres.
Un comienzo, en pequeño, compartirle el mensaje de Salvación a alguien en tu entorno, podría llegar a hacerse una gran obra, ¿será que Dios desea que seas tú quien plante esa diminuta semilla de mostaza en tu jardín?
Oremos:
Soberano Señor, te damos gracias por la obra redentora de nuestro amado Salvador, haznos útiles a tus propósitos, ábrenos puertas para anunciar tu Palabra, y concédenos el gozo de sentirnos partícipes del ministerio de la evangelización, en el nombre de Jesús.