MÁS QUE UN CONCEPTO
Por: Carlos Ardila.
Por definición, el amor refiere al sentimiento intenso que explícitamente manifiesta nuestra necesidad de estar en relación con otro ser y nos moviliza a ir a su encuentro; el amor, cuando es real, no solo se siente, sino que, además, necesariamente se expresa por medio de acciones concretas.
Dios es amor, ya lo sabes, y Él ha venido a nuestro encuentro, y día a día, este sentimiento le impulsa a hacernos bien, puesto que amamos al Señor, hemos ido en busca de Él, y este sentir nos anima a servirle.
Nuestro buen Padre Dios no puede amarnos más, porque su amor ya es perfecto, pero nuestro amor para con Él y los demás, debe crecer y expresarse aún mejor (Cp. I de Juan 4:8, Apocalipsis 2:4; Marcos 12:28-31: I de Corintios 13:1-8).
Más allá de ser un concepto, el amor debe ser una experiencia, un estilo de vida personal, que cada día nos movilice a hacer y a dar un poco más de nuestra parte. Amamos a Dios, busquemos más de su presencia, crezcamos en el conocimiento de su Palabra, expresémosle nuestro amor por medio de acciones concretas al servirle a diario, amamos a nuestra esposa e hijos, reflejémoslo en actos que hagan evidente lo que sentimos.
Nuestro ejemplo perfecto de amor es el Señor Jesús, Él no solo nos amó, sino que además, lo manifestó en la cruz, siguiendo sus pisadas, hagamos de nuestro amor, más que solo un concepto, la experiencia de un estilo de vida.
En I de Juan 2: 4,5, leemos:
«Si alguien afirma: «Yo conozco a Dios», pero no obedece los mandamientos de Dios, es un mentiroso y no vive en la verdad; pero los que obedecen la palabra de Dios demuestran verdaderamente cuánto lo aman. Así es como sabemos que vivimos en él».
Oremos:
Buen Padre Dios, por nuestra fe, en el Espíritu y en la gracia de nuestro amado Salvador, y en total gratitud, por la generosidad de tus bendiciones para con nosotros, nos acercamos hoy a tu presencia, para pedirte que nos perfecciones en el amor. En el nombre de Jesús, amén.