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lunes, 7 de octubre de 2019

REPARACIONES Y REEMPLAZOS


Por:
Carlos Ardila


     Muy seguramente algo tan necesario como funcional se te haya descompuesto, ¿un electrodoméstico quizá?, ¿o tal vez tu PC?, una herramienta hoy casi imprescindible, ¿o habrá sido el auto el que se te ha estropeado?; y ¿qué hacer ante tales eventos? Intentar repararlos, ¿verdad?; sin embargo, ¿será lo más indicado el tratar de arreglar los bienes descompuestos? Probablemente, sí, pero de seguro en alguna que otra ocasión, mejor nos será reemplazarlos adquiriendo otros nuevos en su lugar.

     Nuestras vidas integran unidades compuestas por una gran cantidad de elementos materiales, sicológicos, emotivos y espirituales.

     ¿Te has enfermado leve o gravemente? Desde luego que sí, ¿y qué has hecho ante ello? Procurarte la atención necesaria para sanar, ¿te has sentido emocionalmente afectado? Por supuesto que sí, e igual, has buscado liberarte de las presiones perturbadoras que te hayan estado inquietando.

     Y es que al igual que todas las maquinarias sin excepción necesitan ser mantenidas, nuestras vidas requieren del mantenimiento oportuno y constante para poder seguir siendo funcionales.

     ¿Cómo te sientes hoy en el aspecto espiritual de tu vida? ¿Requieres quizá de hacer algunas reparaciones en cuanto a tu carácter desbordado?, ¿modificar tu actitud con relación a tu compromiso con el Señor y en el trato con los demás? ¿O hay hábitos y actitudes dañinas y espiritualmente no apropiadas que en definitiva debes desechar para adquirir otras nuevas que te permitan formar tu carácter en Dios? (Cp. Efesios 4:22-32; Gálatas 4:19; 2:20; 3:27).

     Sea que requieras de realizar reparaciones o reemplazos, y de seguro siempre habrá algo de ambas, apresúrate a hacerlas para funcionar mejor en tu propio beneficio y en el de los demás a tu alrededor, y cuanto aún más importante, en función de tu relación personal con el Señor.