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lunes, 7 de octubre de 2019

PEQUEÑOS DETALLES, ¿LEGALISMOS? III


Por:
Carlos Ardila


     “Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera” (Cp. Génesis 6:14), entonces Noé replicó: Señor, mejor será de madera de pino, que es a mi parecer más resistente, a lo cual Dios respondió: Bien, si a ti te parece, luego ordenó Dios a Noé: “Y de esta manera la harás: de trescientos codos   la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura” (Cp. Génesis 6:15), pero una vez más Noé argumentó ofreciendo a Dios nuevas dimensiones, las cuales al Señor muy bien le parecieron, dejándole en plena libertad de hacer según su parecer siempre y cuando le siguiera demostrando simpatía y así durante varios días ambos discutieron sobre el mejor modo posible de construir el arca ante lo cual Dios finalmente concluyó para sí entre avergonzado y agradecido: Vaya, ¡cuánta suerte tengo de contar con este hombre! ¡Qué hubiera hecho sin él y sus buenas ideas!, ciertamente sería una fortuna seguir disfrutando de sus sabios consejos, espero seguirle cayendo bien, me dejaré de necedades, legalismos y tecnicismos, francamente no quiero perderlo (Cp. Job 9:3; 40:2; Romanos 11:33-36).

     ¿Fue realmente así como sucedió? Desde luego que no, Dios quien es soberano eligió a Noé, el cual fielmente dio cumplimiento a su Palabra, siguiendo al pie de la letra sus instrucciones, de ningún modo podemos imaginar a Noé argumentando con Dios: Mira, yo haré tu barquito, pero no me digas que use solo un tipo específico de madera, lo verdaderamente importante es que yo lo construya ¿o no?, entonces, déjate de pequeños detalles, y ¿por qué dos animales de cada especie?, ¿qué tal se me muera el leoncito, y entonces, qué haremos?, llevaré dos pares de cada uno por si acaso.

     Acerca de Noé, el autor del libro de Hebreos nos dice: “Por la fe, Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe” (Cp. Hebreos 11:7).

     Haciendo uso de las mejores intenciones muchas personas intentan servir al Señor ignorando sus instrucciones, el ejemplo de la fe de Noé nos es presentado como el complemento perfecto entre el saber racional acerca de la existencia de Dios y un corazón dispuesto y obedientemente sujeto a su voluntad, nuestro Dios no es un caprichoso y tirano legalista quién nos oprime y esclaviza, nos ha elegido y nosotros nos hemos entregado voluntariamente a Él para serle fieles, tal fidelidad solo es posible a través de nuestra obediencia a su Palabra nunca legalista y caprichosa, sino siempre sabia y soberana, sirvámosle de acuerdo a sus instrucciones en vez de intentar erróneamente hacerlo a través de nuestros modos, opiniones y pareceres personales.