Por:
Carlos Ardila
Al pensar
y al expresar verbalmente nuestros pensamientos así como al actuar de acuerdo a
la forma en la cual pensamos, claramente nos definimos a nosotros mismos ante
el mundo clasificándonos y siendo clasificados por los demás entre el grupo o
la categoría de las personas positivas, amables y espirituales a las que
siempre querrían tener a su lado, o en la clase de las negativas, chocantes y
carnales a las que desde luego esperarán mantener a distancia; entre algunos
rasgos, actitudes y conductas que nos definen entre lo positivo y lo negativo,
entre lo espiritual y lo carnal, consideremos tan solo y a manera de
muestra los siete siguientes contrastes entre ambos tipos o clases de personas:
Aquellas
quienes siempre egoístamente buscan la ayuda de los demás sin estar ellas
mismas dispuestas a ayudar y las que siempre desinteresadamente
están prestas a ayudar (Cp. Mateo 7:12).
Aquellas
quienes siempre hacen parte del problema y las que siempre forman parte de la
solución (Cp. Hebreos 13:16).
Aquellas
quienes de una forma siempre crítica disminuyen y desaniman y las que
motivadoramente brindan confianza y apoyo a los demás (Cp. Efesios 4:29).
Aquellas
quienes a priori juzgan, descalifican y condenan a los demás y las
que misericordiosa y comprensivamente tratan de entender sus circunstancias y
razones poniéndose en su lugar (Cp. Santiago 4:12; Mateo 7:3;
Gálatas 6:1).
Aquellas
quienes para subir atropellan y pisotean a los demás y las que al subir ayudan
al caído y le animan a subir brindándole su apoyo (Cp. Gálatas 6:2; Lucas
10:25-37).
Aquellas
quienes siempre repiten cuanto negativo oyen acerca de los demás y las que
antes confirman la verdad (Cp. Efesios 4:25).
Aquellas
quienes siempre dicen lo que piensan y las que siempre piensan lo que dicen
(Cp. Proverbios 10:19).
Siendo
muchos más los rasgos, actitudes y conductas que nos definen, al considerar los
siete anteriores contrastes, ¿en qué clase de persona te clasificas
ahora? De acuerdo a la forma en la que te expresas y actúas, ¿qué clase de
persona crees, piensan los demás que eres? ¿De las positivas, amables y
espirituales o de las negativas, chocantes y carnales?, ¿de aquellas
que siempre querrían tener cerca o lo más lejos posible de ellas? ¿Estás
satisfecho de ser cómo eres, o después de autoevaluarte, piensas qué algo en ti
debería cambiar?