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martes, 24 de septiembre de 2024

MÁS QUE UN CONCEPTO / DEVOCIONAL

 

MÁS QUE UN CONCEPTO

 Por: Carlos Ardila.

 

 

Por definición, el amor refiere al sentimiento intenso que explícitamente manifiesta nuestra necesidad de estar en relación con otro ser y nos moviliza a ir a su encuentro; el amor, cuando es real, no solo se siente, sino que, además, necesariamente se expresa por medio de acciones concretas.

 

 

Dios es amor, ya lo sabes, y Él ha venido a nuestro encuentro, y día a día, este sentimiento le impulsa a hacernos bien, puesto que amamos al Señor, hemos ido en busca de Él, y este sentir nos anima a servirle.

 

 

Nuestro buen Padre Dios no puede amarnos más, porque su amor ya es perfecto, pero nuestro amor para con Él y los demás, debe crecer y expresarse aún mejor (Cp. I de Juan 4:8, Apocalipsis 2:4; Marcos 12:28-31: I de Corintios 13:1-8).

 

 

Más allá de ser un concepto, el amor debe ser una experiencia, un estilo de vida personal, que cada día nos movilice a hacer y a dar un poco más de nuestra parte. Amamos a Dios, busquemos más de su presencia, crezcamos en el conocimiento de su Palabra, expresémosle nuestro amor por medio de acciones concretas al servirle a diario, amamos a nuestra esposa e hijos, reflejémoslo en actos que hagan evidente lo que sentimos.

 

 

Nuestro ejemplo perfecto de amor es el Señor Jesús, Él no solo nos amó, sino que además, lo manifestó en la cruz, siguiendo sus pisadas, hagamos de nuestro amor, más que solo un concepto, la experiencia de un estilo de vida.

 

 

En I de Juan 2: 4,5, leemos:

 

 

«Si alguien afirma: «Yo conozco a Dios», pero no obedece los mandamientos de Dios, es un mentiroso y no vive en la verdad; pero los que obedecen la palabra de Dios demuestran verdaderamente cuánto lo aman. Así es como sabemos que vivimos en él».

 

 

Oremos:

 

 

Buen Padre Dios, por nuestra fe, en el Espíritu y en la gracia de nuestro amado Salvador, y en total gratitud, por la generosidad de tus bendiciones para con nosotros, nos acercamos hoy a tu presencia, para pedirte que nos perfecciones en el amor. En el nombre de Jesús, amén.

 

 

viernes, 20 de septiembre de 2024

EL TEST DEL AMOR ESPIRITUAL / DEVOCIONAL


 EL TEST DEL AMOR ESPIRITUAL

 Por: Carlos Ardila.

 

 

Considerando tus cualidades y tus características personales, ¿dirías que en general amas y te haces amar? Responde al siguiente test, evalúate a ti mismo y luego pon en práctica nuestros consejos para mejorar y hacer de ti un ser irresistiblemente adorable.

 

 

Son las anteriores, palabras similares a las que suelen ser leídas en algunas publicaciones de autoayuda, que, desde luego, tienen su utilidad.

 

 

Ahora, ante Dios, ¿dirías tú que sabes amar? Ten presente que el amor y el desamor, se perciben y se reflejan en nuestra actitud.

 

 

Responde objetivamente al siguiente test, y sabrás si realmente sabes amar, ¿te atreves?

 

 

1. ¿Amas al Señor tu Dios de todo corazón? Sí o No. (Cp. Marcos 12:30).

 

2. ¿Amas a tu prójimo como te amas a ti mismo? Sí o No. (Marcos 12:31).

 

3. ¿Amas incluso a quienes te hacen mal? Sí o No. (Cp. Mateo 5:43-45).

 

4. ¿En el trato personal, eres más amable con unos que con otros? Sí o No. (Cp. Santiago 2:1,9).

 

5. ¿Sabes perdonar o vives resentido por el mal que te han hecho o piensas te han hecho los demás? Sí o No. (Cp. Mateo 6:12; 14,15).

 

6. Teniendo la oportunidad de servir a quienes te han hecho algún mal, ¿lo haces? Sí o No. (Cp. Romanos 12:20, Santiago 4:17).

 

7. Si alguien que te ha hecho daño, sufre por alguna razón, ¿secretamente te alegras por ello? Sí o No. (Cp. I de Corintios 12:26).

 

8. ¿Actúas con los demás, como esperas que ellos lo hagan contigo? Sí o No. (Cp. Mateo 7:12).

 

9. ¿Piensas siempre solo en tu propio bienestar, o te interesas en el confort de los demás? Sí o No. (Cp. I de Co 13:5).

 

10. Al servir a otras personas, ¿lo haces con amor, o solo para ser visto y alabado por alguien más? Sí o No. (Cp. I de Co 13:1-3).

 

¿Cómo te fue?

 

Recuerda, todos somos perfectibles y podemos superarnos con la ayuda del Señor Jesús, quien es el ejemplo perfecto del amor.

 

 

Oremos:

 

 

Buen Padre Dios, tú que eres esencialmente amor, y que por medio de tu bendita Palabra nos has detallado las características del más perfecto amor, pon en nuestros corazones un sentir similar al tuyo, y enséñanos a amar, en el dulce nombre del Señor Jesús, amén.

 

miércoles, 18 de septiembre de 2024

LA RAZÓN / DEVOCIONAL

 LA RAZÓN

 Por: Carlos Ardila.

 

 

No siempre te asiste la razón, y como todos, te puedes equivocar en una u otra cuestión; ahora, aun cuando en algún asunto tengas la razón, ten presente que no debes tratar de imponer tu punto de vista sobre el de los demás, en especial si la discusión se reduce tan solo a cuestiones de opinión y no esenciales para la salvación.

 

 

Acerca de la armonía y de la sana convivencia, la Palabra de Dios nos dice:

 

 

«¡Qué maravilloso y agradable es

  cuando los hermanos conviven en armonía!» (Salmos 133:1).

 

 

El amor, vinculado a la paciencia y a la mutua consideración entre los hombres, nos hará poner primero la armonía en nuestras relaciones con los demás, en vez de hacernos aferrar a nuestra noción de la razón, en asuntos limitados, nada más que a la opinión.

 

 

Con relación al amor que nos une, en vez de dividirnos, la Palabra del Señor nos dice:

 

 

«Sobre todo, vístanse de amor, lo cual nos une a todos en perfecta armonía» (Colosenses 3:14).

 

 

Recuerda, una opinión es tan solo una opinión, un punto de vista, mas no necesariamente una verdad absoluta, indiscutible e inobjetable.

 

 

Por amor a Dios y a los demás, en el hogar, y en la iglesia del Señor, por sobre todo otro interés personal, prioriza la armonía de la comunión cristiana.

 

 

Oremos:

 

 

Nuestro amoroso y perfecto Padre Dios, tú que todo lo sabes, haznos humildes para entender y aceptar que no siempre nos asiste la razón, y concédenos la sabiduría para no hacer de ella, cuando en efecto la tengamos, un instrumento de arrogancia para levantarnos a nosotros mismos sobre los demás, en el dulce nombre del Señor Jesús, amén.