Copyright © Todos los derechos reservados por Carlos Ardila.
Mostrando entradas con la etiqueta vida pública.. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta vida pública.. Mostrar todas las entradas

martes, 24 de septiembre de 2024

CUANDO NADIE NOS VE / DEVOCIONAL

 

CUANDO NADIE NOS VE

 Por: Carlos Ardila.

 

 

Todos nosotros, llevamos a cabo nuestras acciones en el ámbito de lo privado, y en la esfera de nuestra vida pública.

 

 

Seguramente, cada quien de nosotros, nos mostramos más cuidadosos de dar un buen ejemplo, o de dejar una buena impresión en los demás, al relacionarnos e interactuar con ellos en nuestros quehaceres públicos cotidianos.

 

 

Desde luego, una infidelidad, o alguna otra acción deshonesta, son comportamientos que quienes los practican, no harán a la luz que les ponga en evidencia, en perjuicio de su imagen personal.

 

 

Cuando al parecer nadie les ve, algunas personas tienden a relajarse, a bajar la guardia, para de una manera anónima, en su intimidad, hacer cosas, que jamás harían en frente de los demás.

 

 

Por supuesto, el Señor, desea, y espera, que ambas esferas de nuestras vidas, la privada y la pública, le pertenezcan a Él, y que característica y distintivamente, nuestra conducta sea siempre lineal, en cuanto a comportarnos rectamente en cada espacio.

 

 

La Palabra de Dios nos dice:

 

 

«¡Jamás podría escaparme de tu Espíritu!

  ¡Jamás podría huir de tu presencia!

 Si subo al cielo, allí estás tú;

  si desciendo a la tumba,[a] allí estás tú.

 Si cabalgo sobre las alas de la mañana,

  si habito junto a los océanos más lejanos,

 aun allí me guiará tu mano

  y me sostendrá tu fuerza.

 Podría pedirle a la oscuridad que me ocultara,

  y a la luz que me rodea, que se convierta en noche;

  pero ni siquiera en la oscuridad puedo esconderme de ti.

 Para ti, la noche es tan brillante como el día.

  La oscuridad y la luz son lo mismo para ti» (Salmos 139:7-12).

 

 

Considera que algunas malas acciones, por más que se oculten, salen a la luz, y aunque así no fuera, recuerda que, Dios es omnisciente y omnipresente, y cuando pensamos que nadie nos ve, Él nos observa, seámosle fieles, en todo momento y en todo lugar.

 

 

Nuevamente, la Palabra de Dios nos dice:

 

 

«Recuerda que los pecados de algunos individuos son evidentes, y los llevan a un juicio inevitable; pero los pecados de otros se revelarán después. De la misma manera, las buenas acciones de algunos son evidentes. Y las buenas acciones que se hacen en secreto algún día saldrán a la luz» (I de Timoteo 5:24,25).

 

 

Oremos:

 

 

Nuestro amoroso y perfecto Padre Dios, tú amas la verdad y deseas que tus adoradores te honren en Espíritu y en verdad, es por ello que venimos hoy ante tu presencia para rogarte que nos ayudes a vivir en integridad, observando una conducta linealmente honesta, en el ámbito de nuestra vida pública, así como en la esfera de nuestra intimidad, perfecciónanos y purifícanos Señor. En el bendito nombre de Jesús, amén.