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martes, 24 de septiembre de 2024

EN ABUNDANCIA O EN LA MEDIDA NECESARIA / DEVOCIONAL

 

EN ABUNDANCIA O EN LA MEDIDA NECESARIA

 Por: Carlos Ardila. 

 

 

Alguien expresó: «El dinero no lo es todo en la vida, pero calma los nervios».

 

 

Es claro que, tener dinero en abundancia, no nos hace necesariamente felices, pero, ciertamente, este, en la cuantía suficiente, nos brinda una cierta seguridad, bienestar y comodidad.

 

 

La prosperidad y la riqueza, no son conceptos equivalentes; sin embargo, están estrechamente relacionados. Definida la prosperidad, esta refiere a un estado de desarrollo, en especial, aunque no exclusivamente, en el ámbito de lo económico.

 

 

Cuando el Señor instaló a Adán y a Eva, en el jardín, ellos contaban, a su haber, con toda la abundancia que les permitía disfrutar de un pleno bienestar.

 

 

La Palabra del Dios nos dice:

 

 

«Tuyos, oh Señor, son la grandeza, el poder, la gloria, la victoria y la majestad. Todo lo que hay en los cielos y en la tierra es tuyo, oh Señor, y este es tu reino. Te adoramos como el que está por sobre todas las cosas. La riqueza y el honor solo vienen de ti, porque tú gobiernas todo. El poder y la fuerza están en tus manos, y según tu criterio, la gente llega a ser poderosa y recibe fuerzas» (I de Crónicas 29:11,12).

 

 

Dios es el dueño absoluto de todo cuanto existe, Él nos ama, y nos ha prometido darnos siempre en todo, lo necesario, en tanto y en cuanto, sea Él, el enfoque principal de nuestras vidas.

 

 

Al referirse al corazón del hombre, generalmente, la Palabra de Dios, hace alusión a su mente; acerca del enfoque de nuestros afectos, esfuerzos y atención, en Mateo 6:21, el Señor Jesús expresó:

 

 

«Donde esté tu tesoro, allí estarán también los deseos de tu corazón».

 

 

Si hacemos del Señor, nuestro tesoro, es decir, lo más valioso y esencial para nosotros, en Él, estará también nuestro corazón, a saber, el enfoque principal de nuestra atención, que nos movilizará a serle fieles.

 

 

Nuevamente, la Palabra de Dios nos dice:

 

 

«Busquen el reino de Dios[f] por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten» (Mateo 6:33).

 

 

«Enséñales a los ricos de este mundo que no sean orgullosos ni que confíen en su dinero, el cual es tan inestable. Deberían depositar su confianza en Dios, quien nos da en abundancia todo lo que necesitamos para que lo disfrutemos» (I de Timoteo 6:17).

 

 

Si haces del Señor, el centro de tu vida, en respuesta a tus esfuerzos, Él te proveerá en abundancia o en la medida necesaria, de acuerdo a su voluntad, y nada te faltará (Cp. Salmos 23:1).

 

 

Oremos:

 

 

Bendito Padre celestial, gracias por la fidelidad de tus preciosas promesas, por medio de las cuales nos brindas la seguridad de tu provisión material, y nos concedes la paz espiritual y la serenidad emocional, nos regocijamos en ello, y te suplicamos Señor que nos mantengas principalmente enfocados en ti y en las cosas de tu reino, en vez de primero en cualquier otro interés, conscientes de que en esta medida, tú nos darás todo lo necesario como una añadidura. En el nombre de Jesús, amén.