MIRAR PARA ADELANTE
Por: Carlos Ardila.
Talvez recuerdas a la mujer de Lot, quien, desobedeciendo, a las instrucciones del Señor, volvió su mirada atrás y se convirtió en una estatua de sal, ¿lo hizo por curiosidad?, ¿o extrañaría las comodidades que dejaba? No lo sabemos con certeza (Cp. Génesis 19:26).
Decidido a alcanzar sus objetivos espirituales, y a recibir el premio de la Salvación, el apóstol Pablo se propuso ir para adelante, dejando lo demás atrás (Cp. Filipenses 3:12,13).
La Palabra de Dios nos dice:
«Mira hacia adelante
y fija los ojos en lo que está frente a ti.
Traza un sendero recto para tus pies;
permanece en el camino seguro.
No te desvíes;
evita que tus pies sigan el mal» (Proverbios 4:25-27).
Nuestra meta está en el cielo, y para ir a la presencia del Señor, el camino de la obediencia que deberemos recorrer, ha de ser siempre lineal, sin retrocesos ni desvíos; según la geometría euclidiana, la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta, y derechas, en vez de torcidas, deben ser nuestras sendas (Cp. Josué 1:6-8).
Como muy bien lo sabes, vivimos en medio de un mundo corrupto, que nos sugiere vías, caminos alternativos para el progreso, la mentira, la traición y el cohecho, no nos desviemos, ni añoremos la vida deleitosa del pecado que decidimos dejar atrás en el pasado.
Nuestro enemigo, Satanás, desea hacernos retroceder, y procura hacernos desviar del camino, sigamos decididamente en la dirección correcta, y cuando las cosas se nos hagan difíciles, debido a la fuerza de la tentación, fijemos nuestra mirada en el Señor, quien nos ha de fortalecer (Cp. Hebreos 12:2; 4:14-16; Salmos 91:9-12).
En lugar de volver atrás, o de ir por el camino más fácil, y de tomar atajos, recordemos las Palabras del Señor, quien dijo: «angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que lo hallan» (Cp. Mateo 7:14b).
Oremos:
Por nuestra fe, en el Espíritu y en la gracia del Señor Jesús, y decididos a mirar para adelante, venimos hoy ante ti, oh, buen Padre Dios, para rogarte que nos fortalezcas, y que, a fin de impedir que nos desviemos del camino que hemos elegido transitar, nos ayudes a conservar nuestro enfoque espiritual, y a no mirar atrás, como si extrañáramos nuestra pasada manera de vivir en el mundo. En el nombre de Jesús, amén