Copyright © Todos los derechos reservados por Carlos Ardila.
Mostrando entradas con la etiqueta Seis cosas que odia el Señor.. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Seis cosas que odia el Señor.. Mostrar todas las entradas

martes, 24 de septiembre de 2024

ACTITUDES Y CONDUCTAS DETESTABLES / DEVOCIONAL

 

ACTITUDES Y CONDUCTAS DETESTABLES

 Por: Carlos Ardila.

 

 

Según nos lo enseña la Palabra del Señor, Dios es amor, aunque también es Él un fuego consumidor (Cp. I de Juan 4:8; Hebreos 10:26,27).

 

 

Además de lo anterior, uno de los atributos personales de Dios, su Santidad, nos señala que Él está absolutamente separado del mal (Cp. I de Pedro 1:16).

 

 

Sabes, Dios es amor y santidad absoluta, y debido a su santidad, hay algunas actitudes y conductas que Él detesta, desde luego, no en un sentido similar al carnal humano de quien odia y le desea el mal al que aborrece, sino significando la aversión o la abominación que Él siente por aquello que es contrario a la santidad y que es malo o perjudicial para nosotros, acerca de ellas, la Palabra nos dice:

 

 

«Hay seis cosas que el Señor odia,

  no, son siete las que detesta:

 los ojos arrogantes,

  la lengua mentirosa,

  las manos que matan al inocente,

 el corazón que trama el mal,

  los pies que corren a hacer lo malo,

 el testigo falso que respira mentiras

  y el que siembra discordia en una familia» (Proverbios 6:16-19).

 

 

A fin de no hacernos abominables para el Señor, es decir, malvados a sus ojos, con las claras consecuencias de condenación que ello nos acarrearía, apartémonos de estas perversidades, y así como nuestro Dios es Santo, apartado en absoluto del mal, seamos santos nosotros también.

 

 

Oremos:

 

 

Maravilloso y bondadoso Dios de amor, venimos hoy ante ti en oración, para pedirte que, así como tú eres Santo, absolutamente apartado del mal, nos hagas santos para ti, oh, Señor, ayúdanos a guardar tu Palabra en nuestros corazones, para no pecar contra ti, haz de ellos, corazones que sean conforme al tuyo. En el bendito nombre de Jesús, amén.