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martes, 24 de septiembre de 2024

CUERPO Y MENTE / DEVOCIONAL

 

CUERPO Y MENTE

 Por: Carlos Ardila.

 

 

En algunas producciones televisivas, la transformación de la apariencia física de sus protagonistas es un asunto central, y a fin de lograrla, ejercicio y procedimientos estéticos diversos están a su disposición.

 

 

Ahora, ¿qué tal una transformación mental que haga de nosotros personas diferentes?, con pensamientos, emociones y reacciones ideales y menos expuestas al error; así como para transformar alguien su cuerpo y moldearlo a su gusto, cuando esto le es posible, necesita de un modelo, quien desee cambiar su mente, igualmente requiere de algún prototipo que a él le resulte atractivo o ejemplar en lo ideológico.

 

 

Como los hijos del Señor que somos, debemos trabajar en nuestra transformación espiritual, lo cual, desde luego, ha de partir del cambio de nuestra manera de pensar, que en consecuencia, nos hará actuar y reaccionar de un modo diferente. Refiriéndose a un modo particular de razonar y de entender las cuestiones espirituales, inspirado por el Espíritu del Señor, el apóstol Pablo escribió:

 

 

«Pero nosotros entendemos estas cosas porque tenemos la mente de Cristo» (I de Corintios 2:16b).

 

 

¿Cómo hemos de llegar a tener la mente de Cristo? Si le tenemos a Él por modelo, esforcémonos en profundizar en el conocimiento de su Palabra, por medio de la cual nos autoprogramaremos para pensar y actuar de acuerdo a su ejemplo (Cp. Romanos 12:1,2).

 

 

Puesto que nuestro cuerpo es un templo o una morada santa para el Espíritu de Dios, quien vive en nosotros, cuidémoslo bien, y no ofendamos al Señor dándole un mal uso (Cp. I de Corintios 6:19,20).

 

 

Oremos:

 

 

Amado Padre, deseamos pensar y actuar de un modo limpio, transforma nuestras mentes, haz nuestros corazones, corazones conforme al tuyo, en el nombre del Señor Jesús, amén (Cp. Salmos 51:10).