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Por: Carlos Ardila.
Somos diferentes, diferencias de carácter, de cultura y de formación nos caracterizan, siendo así, ¿cómo relacionarnos mejor y mantener nuestra unidad en la iglesia del Señor?
Considerando que, pese a ser diferentes e imperfectos, nos caracteriza también el deseo constante de superación espiritual.
La Palabra de Dios dice:
«Dado que Dios los eligió para que sean su pueblo santo y amado por él, ustedes tienen que vestirse de tierna compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia» (Colosenses 3:12).
Oremos:
Nuestro amoroso y sabio Padre, gracias por aceptarnos y adoptarnos como a amados hijos tuyos, pese a nuestra imperfección e indignidad; haz buen Dios, que este sentimiento de gratitud, se vea reflejado en nuestra aceptación de los demás, y por medio del amor que supera las diversas diferencias existentes entre nosotros, los seres humanos, mantennos enfocados en el deseo de superación y de salvación que nos caracteriza y nos une a nosotros, tus hijos, en el bendito nombre del Señor Jesús, amén.
