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viernes, 24 de noviembre de 2023

CAPÍTULOS, VERSÍCULOS Y SUBTÍTULOS EN LA BIBLIA


Por:

Carlos Ardila

 

¿Estaba originalmente la Biblia subdividida en capítulos, versículos y subtítulos, o fueron estos agregados posteriormente? 


Una Respuesta.

 

En realidad, originalmente, los más antiguos manuscritos fueron redactados de corrido, es decir, sin el contendido de las actuales útiles divisiones en capítulos y versículos encontradas en las varias versiones de la Biblia disponibles hoy para nosotros e inclusive fueron la inclusión de los subtítulos así como la introducción de los signos de puntuación observados en ellas, una incorporación muy posterior a su escritura.

 

Fueron inicialmente los judíos quienes al congregarse para el culto en sus sinagogas y al fin práctico de facilitar la lectura de las Sagradas Escrituras realizadas durante el día de reposo (Lucas 4:16-21), dividieron en cincuenta y cuatro secciones los libros de la ley, es decir del Pentateuco o los cinco primeros volúmenes del Antiguo Testamento, procurando darles lectura a lo largo de la duración de su año a la vez que sin dividir totalmente los rollos de Los Profetas, seleccionaron de entre ellos cincuenta y cuatro apartes cortos con cuya lectura despedían sus reuniones, a las divisiones del Pentateuco las llamaron perashiyyot que en hebreo significa justamente división, y a los apartes cortos seleccionados de Los Profetas los llamaron haftarot que en el idioma hebreo significa despedida.

 

Con el correr de los años y surgido el cristianismo, la iglesia primitiva al reunirse fue incorporando a las Sagradas Escrituras los textos nuevos que fueron posteriormente hechos parte del canon actual del Nuevo Testamento y que, a fines prácticos, también dividieron en secciones, facilitando su lectura durante sus cultos.

 

No fue sino hasta muchos años después que al fin práctico de no solo facilitar la lectura y el estudio de las Sagradas Escrituras durante el culto, sino fuera de este y en casa, que en el siglo XI Lanfranc, arzobispo de Canterbury (1070 d.C.), nacido en Pavía, Italia, elaborara el esbozo o intento de división de la Biblia en capítulos, esbozo que entre los años del 1220 al 1226 d.C., el teólogo inglés Esteban Langton, profesor de La Sorbona o la Universidad de París, quien llegara a ser arzobispo de Canterbury en Inglaterra, decidiera desarrollar dividiendo en capítulos el texto completo de la Vulgata Latina de las Sagradas Escrituras recién corregido, con un éxito y acogida tal que dicha separación llegó a ser tanto reconocida como adoptada por la Universidad de París y por la dirigencia de la iglesia francesa para, hacia el año de 1226 d.C., comenzar los libreros de París a introducir dicha separación en el texto bíblico formando la conocida Biblia Parisina que universalizó la división de la Biblia en capítulos aceptada inclusive por el pueblo judío.

 

Fue posteriormente, en el año 1551 d.C., que Robert Estienne, el humanista e impresor francés, publicó el texto del Nuevo Testamento en griego y luego, en 1555 d.C., el texto sagrado completo en latín, en ambos casos con versículos al margen del texto, después de lo cual, en el año de 1565 d.C., Teodoro de Beza, el humanista y teólogo calvinista francés, introdujo los versículos en el texto mismo de la Vulgata Latina de la Biblia.

 

Aunque ya existía una versión de la Biblia en castellano, la de Alfonso X, el Sabio del año 1280 d.C., denominada la Biblia Alfonsina, ya que fuera impulsada y patrocinada por este como el entonces rey de Castilla y León, España, traducida y parafraseada por los expertos de la Escuela de Traductores de Toledo del texto en latín de la Vulgata, y las versiones del Nuevo Testamento del griego al español por Enzinas (1543 d.C.) y Juan Pérez de Pineda (1556, d.C., considerada por algunos como una revisión de la de versión de Enzinas en vez de una traducción), fue a partir de la obra de obra del religioso español sevillano, Casiodoro de Reina con su antigua versión del año 1569 d.C., publicada en Basilea, Suiza y revisada por Cipriano de Mosquera en el año de 1602 d.C., conocida como la del Oso, debido a la imagen de este animal sacando miel del tronco de un árbol ilustrada en su portada, y que fuera la primera traducción castellana completa realizada de manera literal y directa de los textos hebreos, arameos y griegos siendo una de las más fieles y reconocidas versiones castellanas, que comenzarán a ser introducidos los encabezados de los capítulos con sus ideas centrales, capítulos dentro de los cuales posteriormente en otras revisiones se introdujeron subdivisiones con subtítulos adicionales indicando igualmente la idea central contenida en cada uno de los párrafos de dicha subdivisión, tal subtitulación varía de una versión a otra de la Biblia, siendo en algunos casos equivoca como lo es en el caso de Lucas 15:11-32 subtitulado como la Parábola del Hijo Pródigo concentrando la atención en el hijo en vez de en el padre misericordioso como protagonista principal y de cuya actitud se deriva el mensaje o la idea central del texto.


Tales divisiones en capítulos, versículos y subtítulos, sin ser perfectas, bien han contribuido a la fácil localización, estudio y memorización de los textos sagrados.