Una reseña.
Por:
Carlos Ardila.
La presente reseña comprende una síntesis acerca del antiquísimo movimiento que fuera infiltrado en la iglesia del Señor, aún en vida del apóstol Juan, y expone sus orígenes, así como sus diversas apreciaciones con relación al conocimiento espiritual, la moral, a más de su negación acerca de la encarnación, muerte y resurrección del Señor; para una mejor comprensión de la naturaleza de sus muchos errores doctrinales aún vigentes y presentes, bien convendría una revisión de su refutación contenida en la primera epístola del apóstol Juan, la cual está disponible en este blog bajo el título: Las Epístolas del Apóstol Juan.
El Gnosticismo
Del griego gnosis, “conocimiento revelado”
Movimiento religioso esotérico que tomó su mayor auge durante los siglos II y III d. C y planteó grandes dificultades al cristianismo ortodoxo. Gran cantidad de entre las sectas gnósticas, la mayoría en realidad, pretendían profesar el cristianismo, sin embargo, sus convicciones eran muy diferentes de las creencias cristianas de los primeros siglos de la Iglesia.
El gnosticismo ofrecía a sus adeptos un conocimiento místico y secreto del reino divino. Afirmaba que las semillas o chispas del Ser Divino descendieron desde el reino etéreo e inmaterial al mundo físico, el cual es completa y esencialmente malo por naturaleza, y fueron hechas prisioneras en los cuerpos humanos.
Mediante un conocimiento místico, elaborado y profundo, podrían ser nuevamente despertadas dichas chispas divinas para poder así retornar a su original morada en el reino espiritual.
Sus Comienzos
Realmente los escritos gnósticos no ofrecen información alguna respecto a la historia del origen de las mismas, así como de las vidas de sus más sobresalientes maestros. En virtud de ello, la historia del movimiento debe ser deducida mediante el análisis de sus más tradicionales prácticas refutadas en los escritos de sus contradictores.
No se ha logrado establecer si el gnosticismo surgió como una corriente independiente del cristianismo; sin embargo, es claro que las sectas gnósticas existieron desde entonces, como la cristiandad.
Los mitos gnósticos pudieron haber surgido como producto de las especulaciones judías originadas en Siria y en Palestina hacia finales del primer siglo, que fueron influenciadas a su vez por los de las religiones dualistas persas, con el zoroastrismo principalmente.
Para el siglo II, los gnósticos cristianos habían amalgamado esta mitología con las especulaciones metafísicas platónicas y con algunas de las tradiciones cristianas heréticas. Los gnósticos cristianos más sobresalientes fueron Valentín y su discípulo Tolomeo, estos tuvieron gran influencia en la Iglesia de Roma durante el siglo II. Los maestros gnósticos, a más de hacer parte de la iglesia cristiana, paralelamente se reunían en pequeñas células en las cuales practicaban y enseñaban sus rituales secretos.
Sus Mitos
En su intento por explicar el origen del universo físico, los gnósticos elaboraron una compleja mitología. De un Dios original no cognoscible habían surgido por emanación una serie de deidades menores; la última de tales divinidades, Sofía (sabiduría), expresó su deseo de conocer al Ser Supremo no cognoscible. Como producto de dicho deseo nació un dios malvado y deforme, un demiurgo, es decir, un dios depravado y responsable de la creación de un universo físico en esencia malo. Las semillas o las chispas divinas que vivían prisioneras en los cuerpos humanos habían sido comisionadas y enviadas por Dios para su redención.
El dios mal es identificado por el gnosticismo como el Dios judeocristiano del Antiguo Testamento, a este señalan como el intento del demiurgo por mantener sumida a la humanidad en la ignorancia y dentro del mundo físico creado por él, para castigarle así por su deseo de alcanzar el conocimiento. Como resultante de esta mitología, concluyeron que esta fue la razón por la cual Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso, y fue enviado el diluvio, a más de la destrucción de las ciudades de Sodoma y Gomorra.
Su Relación con el Cristianismo
Aún a pesar de que la mayoría de los gnósticos se consideraban a sí mismos cristianos, algunos adoptaron solo unos pocos conceptos y doctrinas cristianas. El gnosticismo “cristiano” no aceptó el identificar al Dios del Nuevo Testamento, el Padre de Cristo, con el Dios del Antiguo Testamento, para obviar esto, hicieron una compleja interpretación del ministerio del Señor Jesús; como resultado de ello surgieron sus escritos apócrifos del evangelio, entre los cuales son contados los evangelios de Tomás y de María, los gnósticos afirmaron que Jesús les dio en forma clara la verdadera interpretación gnóstica de su doctrina; El Cristo divino habitó el cuerpo del Jesús hombre, pero no murió realmente en la cruz, sino que ascendió al reino divino del cual había descendido. Los gnósticos rechazaban de plano el suplicio, el sacrificio de muerte expiatoria de Jesús en la cruz, así como también su resurrección corporal.
El Ritualismo Gnóstico
Algunas de las sectas gnósticas desecharon los puntos básicos de la adoración cristiana; solo unas pocas observaron el bautismo y la Cena del Señor, los consideraban elementos simbólicos del despertar gnóstico. Los demás ritualismos gnósticos tenían por finalidad el ayudarles al logro de la ascensión del elemento divino desde el alma humana hacia el reino espiritual. Repetían cantos y composiciones místicas mediante las cuales intentaban alcanzar una visión de Dios; la repetición de algunas palabras compuestas era usada instantes antes de la muerte para evitar que los demonios pudieran capturar al espíritu ascendente y oprimirlo de nuevo mediante el encarcelamiento en un cuerpo humano físico. En una de las más sobresalientes de sus sectas, la de Valentín, se realizaba el rito de la cámara nupcial, en el cual era hecha una celebración por la reunión del espíritu descendido y perdido con su parte celestial.
La Moral y la Ética Gnósticas.
Los gnósticos en sus enseñanzas éticas incluyeron el ascetismo y paradójicamente el libertinaje. Al considerar un cuerpo y un mundo físico malo en esencia, algunas de sus sectas rechazaron el matrimonio, así como la reproducción. Entre tanto, otros grupos gnósticos los mantuvieron señalando que al ser sus almas totalmente ajenas al mundo material, no tenía importancia alguna lo que hicieran en él. En general, los gnósticos rechazaron los principios y los mandamientos morales de las Escrituras del Antiguo Testamento, sostenían que estos no eran más que un intento del dios del mal para aprisionar a la humanidad.
Sus Textos y sus Fuentes
Estos provienen principalmente de los textos cristianos opuestos al movimiento desde los siglos II y III, los cuales proveen las únicas citas griegas de los textos gnósticos originales. La gran mayoría de los textos gnósticos que se han conservado están en copto, lengua a la que se tradujeron al irse los gnósticos a Egipto hacia finales del siglo II y III. En el año de 1945, un campesino egipcio halló 12 códices en los cuales estaban contenidos más de 50 textos gnósticos en copto cerca de Nag-Hammadi; se ha establecido que estos códices son copias elaboradas en el siglo IV en los monasterios de esa región. No se sabe a ciencia cierta si los monjes copistas eran gnósticos, o si solo estuvieron interesados por la naturaleza ascética de los textos, o si tal vez habían recopilado los escritos como parte de una investigación más amplia del movimiento.
Una Reseña sobre la Historia Posterior del Movimiento.
Para el siglo III, el gnosticismo comenzó a sucumbir ante la persecución y el poder de sus contradictores cristianos ortodoxos. Al irse desarrollando y difundiendo la teología ortodoxa cristiana, las primeras enseñanzas mitológicas gnósticas comenzaron a resultar extravagantes y algo raras. Los teólogos cristianos, así como el filósofo neoplatónico del siglo III Plotino, atacaron la idea gnóstica de un mundo material en esencia malo.
El cristianismo se aferró a su identificación del Dios del Nuevo Testamento con el Dios del judaísmo y su convicción de ser el Nuevo Testamento la única y verdadera revelación del conocimiento divino.
El desarrollo posterior del misticismo cristiano y del ascetismo dejó conformes a quienes se interesaron antes en el gnosticismo y muchos de los gnósticos se convirtieron así a las creencias ortodoxas. Hacia finales del siglo III, el gnosticismo, como movimiento, parecía ya haber desaparecido.
La Actualidad Gnóstica
Los Mandeos, una reducida secta gnóstica no cristiana, sobreviven hasta hoy en Irak e Irán, aunque no se puede establecer con claridad si hacen o no parte del movimiento gnóstico original. Aunque el gnosticismo antiguo no ha logrado sobrevivir, eventualmente ha podido resurgir mediante numerosas nuevas formas.
Pese a sus muchos detractores el gnosticismo ha resultado ser perdurable en el tiempo, la preocupación principal del apóstol Juan respecto a este movimiento fue su infiltración dentro del cristianismo en la intención de fusionarse sincréticamente con él, es con ocasión de este riesgo que escribe alertando a la iglesia acerca del peligro inminente de apostasía ahora entre ellos.
La defensa de la Deidad y de la encarnación del Señor, a más de otros principios fundamentales del cristianismo, fueron puestos en claro por el apóstol Juan a fin de evitar cualquier posible confusión que pudieran suscitar los gnósticos para afectar la fe de la iglesia primitiva mediante el error de su extravío doctrinal.