Una respuesta.
Por:
Carlos Ardila
¿Fue Jesús realmente divino y a la vez humano? Los gnósticos sostienen que no pudo ser realmente humano, ya que el cuerpo como materia es desde su punto de vista malo.
Bien, respecto a la real humanidad del Señor, las Escrituras nos proporcionan suficientes y creíbles evidencias, en consideración de algunas de estas, a continuación ofrezco el siguiente bosquejo:
La Humanidad De Jesús
Bosquejada por Carlos Ardila
JESÚS, LA ENCARNACIÓN DE DIOS.
Introducción:
A. Hoy, al igual que ayer, son muchos quienes dudan acerca de la real Deidad y encarnación del Señor Jesús (Colosenses 2:9; I de Juan 1:7; 4:3).
B. Son muchas las evidencias que nos indican la real Deidad encarnación del Señor y nos dan cuenta de su amor al sacrificarse a sí mismo en la cruz por nosotros (Romanos 5:8; Juan 3:16,17).
C. A la luz de la Palabra de Dios, consideremos algunas de dichas evidencia a fin de reafirmar nuestra fe y amor por el Señor.
I. JESÚS ANTES DE SU ENCARNACIÓN:
A. Ya existía como Dios (Juan 1:1; 8:58; Filipenses 2:6-8).
B. Fue su propia decisión la de hacerse hombre (Juan 10:17,18; Filipenses 2:6-11; Tito 2:13).
C. En su encarnación nos ha sido dada la máxima expresión del amor de Dios (Juan 3:16).
II. JESÚS EN SU ENCARNACIÓN FUE COMO CUALQUIER OTRO SER HUMANO:
A. Nació de mujer y bajo la ley (Mateo 1:18.5).
B. Creció desarrollándose como cualquier otro ser humano (Lucas 2:12; 40-52).
C. Murió (Mateo 27:50; Marcos 14:39; Lucas 23:46; Juan 19:30; Hechos 3:15).
III. JESÚS EN SU ENCARNACIÓN PARTICIPÓ DE CARNE Y SANGRE EN UN CUERPO HUMANO REAL
A. Jesús puede compadecerse de nosotros, puesto que él mismo participó de carne y sangre al enfrentar nuestras mismas situaciones (Hebreos 2:14; 4:14-16).
B. Jesús fue expuesto a la tentación sin relación con el pecado (Mateo 4:1-11; Hebreos 4:14-16; 1 de Pedro 2:21-25).
C. Jesús experimentó las necesidades y el sentir propios de la naturaleza humana:
1. Jesús tuvo:
a. Hambre (Mateo 4:2).
b. Sed (Juan 19:28).
c. Sueño (Mateo 8:24).
2. Jesús se sintió:
a. Triste y angustiado (Marcos 14:34,35).
b. Conmovido (Juan 11:33).
c. Decepcionado (Lucas 22:48).
Conclusión:
A. Somos el cuerpo de Cristo, él ha pagado un altísimo costo por nuestra redención (Hechos 20:28).
B. Puesto que el amor del Señor nos es evidente, confirmemos nuestro amor para con él, viviendo cada día conforme a su voluntad (Juan 14:15,21-23).
C. Anunciemos al mundo el amor de nuestro glorioso Salvador y el poder de su evangelio redentor (Romanos 1:16,17).