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viernes, 1 de diciembre de 2023

¿SON EL ALMA Y EL ESPÍRITU LO MISMO?


Una respuesta.

Por:

Carlos Ardila.

 

Gracias por tan interesante inquietud, a la cual trataré de responder de un modo breve y sencillo.

 

Veamos, la palabra hebrea “nefesh” usada 754 veces en el Antiguo Testamento, la cual desde Génesis 2:7 es generalmente traducida al español como alma, es el término empleado en las Escrituras para referirse a quienes tienen vida, es decir, al género humano (Génesis 2:7; Ezequiel 18:20), y al resto de los seres vivientes (Génesis 1:20, 24, 30; 9:12, 15, 16).

 

Con relación a la diferencia entre el alma o el aliento de vida que poseemos por igual los seres humanos y las bestias, y el espíritu inmortal trascendente que solo tenemos las personas, el libro del Eclesiastés dice lo siguiente, refiriéndose a un mismo suceso que ha de ocurrirnos a los hombres y a los animales por igual, la muerte o la exhalación del alma, entendida como el aliento de vida:

 

“Porque la suerte de los hijos de los hombres y la suerte de los animales es la misma: como muere el uno, así muere el otro. Todos tienen un mismo aliento de vida; el hombre no tiene ventaja sobre los animales, porque todo es vanidad. Todos van a un mismo lugar. Todos han salido del polvo y todos vuelven al polvo. ¿Quién sabe que el aliento de vida del hombre asciende hacia arriba y el aliento de vida del animal desciende hacia abajo, a la tierra? Y he visto que no hay nada mejor para el hombre que gozarse en sus obras, porque esa es su suerte. Porque ¿quién le hará ver lo que ha de suceder después de él?” (Eclesiastés 3:19-22. LBLA).

 

Posteriormente, refiriéndose al espíritu como a la parte insubstancial o inmaterial, eterna y trascendente del hombre, la cual no poseen las bestias, el libro del Eclesiastés dice:

 

“Entonces volverá el polvo a la tierra como lo que era, y el espíritu volverá a Dios que lo dio” (Eclesiastés 12:7. LBLA).

 

Entonces, la palabra alma, algunas veces hará referencia a la vida física, sea humana o animal, en tanto que en otras ocasiones, se referirá exclusivamente al aspecto espiritual, insubstancial o inmaterial, humano (Génesis 1:26) y que, después de la muerte física, trascenderá al mundo físico; así es que, el sentido del término alma en la Biblia, será determinado por el contexto dentro del cual sea este usado.

 

En algunas ocasiones, en la Palabra de Dios, la palabra alma, fue empleada para referir a la sangre como indispensable para la existencia y la conservación de la vida (Génesis 9:4; Levítico 17:10-14; Deuteronomio 12:22-24).

 

Al escribirle a los Tesalonicenses, el apóstol Pablo, refiriéndose a la totalidad del ser humano tricótomo, hizo distinción entre su espíritu, su alma y su cuerpo, expresando lo siguiente:

 

“Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo” (I de Tesalonicenses 5:23).

 

Bendiciones.